CATACAMAS, HONDURAS. Javier Varela, un empresario hondureño del rubro de la automotriz, murió a manos de unos «sicarios», quienes llegaron hasta el lugar de trabajo del hombre para acabar con su vida. El hecho se reportó en el barrio El Porvenir, en la ciudad de Catacamas, en Olancho, oriente del país.
De acuerdo con hipótesis policiales, un grupo de desconocidos entró al negocio de Varela, fingiendo ser clientes y cuando localizaron al empresario, sin mediar palabras, le dispararon en reiteradas ocasiones.
El cadáver del hondureño quedó tirado al lado de un carro que él estaba arreglando, mientras que los delincuentes se marcharon con rumbo desconocido.
Vivía en Estados Unidos
Según la información provista, Varela vivió una temporada en los Estados Unidos, pero por causas desconocidas regresó a Honduras.
Cuando ya estaba en territorio hondureño, el olanchano decidió crear su propio negocio y lo orientó a la rama de la automotriz.
Logró poner su empresa, la cual realizaba todo tipo de trabajos automovilísticos, como ser reparación de autos y cambios de llantas, entre otros.
Rápidamente, el negocio se posicionó como uno de los más famosos en todo Catacamas y varios sectores de Olancho, expresaron allegados.
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Ya había recibido dos atentados
Por otra parte, se dio a conocer que el empresario ya había recibido dos atentados en contra de su vida, pero había salido ileso de los mismos.
Sin embargo, este martes en horas de la tarde, mientras Varela realizada un trabajo en un carro, desconocidos se aproximaron a él y le empezaron a disparar varias veces.
Esta vez, Javier Varela, de 45 años edad, murió instantáneamente ante el dantesco atentado.
Hasta ahora, se desconocen las causas que llevaron a los criminales a terminar con la vida del empresario, así como a los autores del crimen.
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