TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El ciudadano Marco Antonio Mejía de 53 años de edad, se suicidó esta tarde, según cercanos, por aparentemente atravesar un ciclo de depresión severa, que lo impulsó a quitarse la vida, especificó mediante una despedida a sus familiares.
Al ahora occiso, lo encontraron familiares en su lugar de residencia «colgado» de una viga, con la cual -aseguran- terminó su vida, producto del ahorcamiento con la soga.
Asimismo, sus parientes expresaron que todo parecía que estaba bien con él, pero desde la pasada noche no supieron de Mejía, trataron de localizarlo mediante llamadas, mismas que no fueron atendidas por el fallecido.
Personas cercanas a su vivienda, dijeron que lo habían visto la tarde de ayer rumbo a su casa de manera extraña, pero no se imaginaron que tomaría esa decisión.
Al no saber nada del fallecido, su hija lo buscó para verificar si él estaba con bien, pero para su sorpresa encontró el cuerpo de Mejía y a un lado una «extraña» carta.
El escrito que dejó el fallecido se trataba de una despedida hacia sus familiares y seres queridos, la cual se mostró todo lo que especificaba.
Lea también: «Perdón , lo intenté»: joven hondureña se suicida y deja carta.
Además de ello, aprovechó para dejar el testamento sobre los bienes que poseía y también mostró el enojo hacia ciertos familiares.
Contenido de la carta
«Entré en estado de depresión y no lo pude superar, solo les pido perdón y espero me comprendan», escribió antes de quitarse la vida Mejía, según la carta.
Asimismo, agregó que la decisión que tomó fue por problemas que solo él sabía y que se despedía de ellos por última vez.
Además, dejó un testamento en el mismo texto, donde especificó que hubo personas en su vida que nunca fueron buenas con él.
«La casa se la dejo a Sara (hija de Mejía), y a nadie más», expresó en el escrito.
Asimismo, mostró su rencor con otra de sus hijas. «A Lilian le quitan todo el dinero que yo le había dejado como heredera».
También, según el escrito, aseveró que no quería que una de sus hijas «volviera a poner un pie en su casa», ya que no sentía aprecio hacia ella.
«Lili no va a tener ese remordimiento hasta que ella se muera y nunca va a tener paz», agregó.
«La soledad me ganó», aseveró el ahora occiso, quien según la misiva, tomó la dura decisión de quitarse la vida al no encontrar una salida a la depresión por la que atravesó.
Nota para nuestros lectores:
? Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp haciendo clic en el enlace: http://bit.ly/2LotFF0