SAN PEDRO SULA, HONDURAS. El mismo problema, pero tres veces peor luego del paso de Eta e Iota, viven los residentes del sector Ticamaya con una carretera en pedazos que los hace esperar hasta tres horas para llegar a sus hogares. ¡Piden ayuda para reparar el tramo, prácticamente, intransitable!
Los baches de la carretera empeoraron con las inundaciones y ahora, los conductores, para transitar deben «jugar» al volante para evitar dañar los vehículos.
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El lodillo, sumado a los «cráteres» en el tramo lo vuelven un peligro mortal para una zona que ni siquiera es tan iluminada. De hecho, algunos conductores quedan estancados y no pueden seguir su recorrido.
El agua se llevó parte del pavimento, especialmente a la orilla, y el desnivel es suficiente para dejar inservibles los carros.
El sector Ticamaya es el hogar de cientos de ciudadanos, por lo que la calle es muy transitada. Asimismo, el problema de los baches no es nuevo, es una pelea constante año con año y aunque hace poco la «parcharon», empeoró luego de las fuertes lluvias.
Los mayores afectados por este problema son los residentes de colonias como Real del Campo 2, Bosques de Jucutuma 1,2,3, Sitradima y todas las zonas aledañas.
Una residente de Bosques de Jucutuma dijo a TIEMPO Digital que siempre hay tráfico en la zona, pues solo tienen dos carriles y, diariamente, circulan entre 1,000 y 2,500 vehículos.
«Antes nos tardábamos ocho minutos, ahora es hasta media hora, de la salida de Bosques hasta CEMCOL», expresó la vecina.
Por otro lado, mencionó que ahora con la destrucción de las carreteras y los daños en el puente el problema es terrible.
«El lunes nosotros nos tardamos tres horas en un tramo que es de 3 a 4 kilómetros hacia la salida de CEMCOL», reveló. En algunas partes de la carretera, el daño es tan grande que ya ni siquiera son hoyos sino que «cráteres», dijo la residente.
«La plancha hasta en medio está dañada. En cualquier momento que vaya equipo pesado se va a caer y ahí será un problema más grande», agregó.
Los daños en la calle provocan que el congestionamiento sea un «dolor de cabeza» para muchos conductores que esperan durante horas para poder cruzar.
Ahora, tienen que poner palos con señales para que los vehículos no caigan en los baches. Mientras tanto, en otros tramos el agua de las inundaciones sigue estancada, lo que hace que los conductores deban cruzar de manera muy lenta.
Otro problema es que por las noches la falta de iluminación hace que la carretera sea una «trampa mortal» para muchos.
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