TEGUCIGALPA, HONDURAS. El cardenal Óscar Andrés Rodríguez en la homilía de este domingo 22 de mayo, en el sexto Domingo de Pascua, hizo un enfático llamamiento a la paz.
“La paz está en muchísimas ocasiones en boca de todos, es un deseo profundo del ser humano, vivir en paz. Todas las personas de buena voluntad queremos vivir en paz, en una sociedad en paz, en un mundo en paz”, manifestó.
Asimismo, dijo que la paz de la que habla el testamento sagrado, está en el interior de todos los hondureños; al igual que detalló que no se puede encontrar la paz mientras se acreciente la injusticia.
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“Esta paz que Jesús nos deja comienza en nuestro propio corazón, necesitamos desarmar nuestro corazón, despojarnos de las armas, del egoísmo, de la ambición posesiva, de movimientos interiores de violencia, agresividad, división y de confrontación”, indicó.
Además, destacó que la paz es fruto de un pueblo consciente y que cada uno debe poner de su parte para construir algo distinto.
“¿Puede existir la paz en el mundo cuando millones de seres humanos son excluidos por el hambre, la pobreza y la violencia? ¿Cómo podemos hablar de paz social en nuestro mundo, que no es fruto de palabras ni de teorías, es fruto de un pueblo que es consciente?”, cuestionó.
Dificultades para tener paz
El cardenal hizo referencia a que los hondureños no deben estar unos en contra de otros, porque eso no permite que se viva en paz.
“Somos un solo pueblo hondureño, no hay que estar contra los otros y los otros contra estos, eso no puede venir de Dios ni nos hará vivir en paz”, indicó.
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De igual manera, explicó que las dificultades para encontrar la paz, provienen de las divisiones, resentimientos y rencores.
“Pero el señor nos ha prometido su paz que puede vencer todos los obstáculos y superar todas nuestras barreras”, puntualizó. Del mismo modo, dijo que la paz comienza en el corazón de cada individuo, por lo que, se debe practicar con conciencia.
“Cuando tratamos de vivir en paz, ante todo con nuestra conciencia, allí donde resuena la voz de Dios que nos dice que tenemos que evitar el mal, tenemos que hacer el bien y no cansarnos de hacerlo”, concluyó.
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