TEGUCIGALPA. Como una «estafa» que «buscan ocultar», calificó el cardenal Óscar Andrés Rodríguez la adquisición de los hospitales móviles para la atención de la pandemia de COVID-19 en Honduras.
En declaraciones concedidas a un noticiero local, el arzobispo de Tegucigalpa pidió que se diga qué fue lo que realmente ocurrió con la compra y que se devuelva una cantidad de dinero correspondiente a la supuesta sobrevaloración.
«Me preocupa y me indigna esto. Ha sido una estafa para el país, una estafa que quieren tapar. Sería bueno que dijeran la verdad. Se hizo mal y quien tenga el dinero de la sobrevaloración lo debe reembolsar», manifestó.
Asimismo, cuestionó que haya pronunciamientos de que el caso está en una etapa judicial. Dijo que esa aseveración no es válida, dado que la vía judicial que se menciona es representativa de «tapar todo«.
Rodríguez hizo hincapié en que no puede haber privación de la información al pueblo. «No puede ser, si queremos progresar, debe ser en la justicia y la verdad, no en la mentira«, acotó.
Los sanatorios en mención se compraron por casi $48 millones de dólares en marzo del año en curso, cuando el abogado Marco Antonio Bográn fungía como director de la Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H). No se incluyó garantía alguna en la operación.
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Política
Por otra parte, el líder religioso envió un mensaje a los políticos que buscan agenciarse un cupo dentro del engranaje gubernamental a través de las próximas elecciones.
«Cada persona que aspira a un cargo, que quiere que su nombre esté en una planilla, que se pregunte si lo está haciendo para servir y para amar o para seguir en las mismas, para adueñarse de fondos, para enriquecerse sin trabajar», expresó.
En el mismo sentido, exhortó a la ciudadanía para que rompa el círculo vicioso de elegir a las mismas personas para los puestos políticos. Dijo que hay otros políticos que tienen buenas intenciones y debe dárseles una oportunidad.
Anhelo de un legado positivo
Además, Rodríguez comentó que las personas deben estar conscientes que, debido a los medios de comunicación, no se puede tapar el sol con un dedo, ya que tarde o temprano todo sale a la luz.
Es más, expuso que, con la pandemia, ha muerto mucha gente buena. Infirió que es «bello» recordar a una persona diciendo cuánto bien hizo, pero, en la contraparte, que es «triste» que otros se vayan con las manos vacías, dado que nunca hicieron algo bueno.
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