TEGUCIGALPA, HONDURAS. Tras conocerse la sentencia del excongresista, Juan Antonio Hernández, centenares de personas llenaron los bulevares de Tegucigalpa y San Pedro Sula.
La justicia estadounidense sentenció a cadena perpetua, más 30 años de cárcel, a Juan Antonio «Tony» Hernández. La sentencia además ordena que se confisquen 138,5 millones de dólares de su patrimonio, «producto de sus actividades ilícitas de narcotráfico».
En ese sentido, una caravana de autos se dirigió desde el Monumento a la Madre hasta la 105 brigada en San Pedro Sula.
Mientras que, una multitud de personas se congregó en las inmediaciones del Bulevar Centroamérica, en Tegucigalpa.
Vítores y gritos celebrando la sentencia y exigiendo la renuncia de autoridades del país se escuchaban por las calles. Las manifestaciones, según presentes, se hicieron con motivo de la sentencia de Hernández, y prevalecieron hasta horas de la noche.
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«Tony» Hernández es declarado culpable
El viernes 23 de noviembre de 2018, Hernández llegó a Miami, Florida, desde Houston, Texas, para hacer escala y tomar el vuelo 961 con destino a Tegucigalpa, capital de Honduras.
Tras su captura, los agentes le informaron a «Tony» que tenía una orden de arresto por los cargos federales de narcóticos, armas y brindar testimonio falso a agentes.
Durante la sentencia, Hernández dijo sentirse “traicionado” y “engañado”, tanto por su abogado defensor, como por el sistema de justicia criminal de los Estados Unidos, por considerar que se violaron sus derechos otorgados bajo las leyes estadounidenses.
El acusado dijo haberse sorprendido al enterarse, prácticamente por «casualidad» (y no por su abogado), de que su audiencia de sentencia tendría lugar este mismo día. “Fue por las noticias que me enteré que mi sentencia era este día”, aseguró.
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