SAN PEDRO SULA.- La tarde y noche del sábado se llevó a cabo una protesta más contra el cobro de peaje en la ciudad de El Progreso, en esta ocasión en forma de caravana de autos.
Centenares de automóviles cruzaron las casetas sin pagar una tarifa que consideran injusta.
Además, un buen grupo de personas se mantuvo en las cercanías de las casetas de peaje para motivar con sus pancartas, vitoreo y consignas antipeaje.
«Parecía un carnaval», dijo Jorge Díaz, uno de los protestantes infaltables.
«Fueron más de 1,000 carros que se tardaron hora y media en pasar», aseguró.
Ninguno de los carros pagó peaje.
En lo que parecía más fiesta que protesta, la gente bailaba y cantaba y hasta niños participaron.
Se vivió un ambiente pacífico en el que la Policía Nacional no tuvo porqué intervenir y se mantuvo a raya.
«No sea maje, no pague peaje», cantaban algunos manifestantes.
«No pague peaje, tenga feliz viaje», gritaban unos más recatados.
En respuesta, los ciudadanos que iban pasando en sus automóviles y que estaban de acuerdo con la protesta, hacían sonar las bocinas en señal de simpatía.
Pasadas las 10 de la noche fue culminando la protesta.
La convocatoria fue hecha para las 4 de la tarde, arrancando desde el predio frente a Turiplaza, en la ciudad de El Progreso.
«Ven a protestar de manera pacífica por tí, por tus hijos, si lo permites ahora pagarás los próximos 30 años», decía uno de los carteles.
«La autopista ya está construida y fue pagada hace mucho tiempo», explican los protestantes.
Fiebre antipeaje inició en El Progreso
Lo que parece ser ahora una epidemia empezó en la ciudad de El Progreso.
Los ciudadanos progreseños iniciaron con huelgas de hambre, paros cívicos y todo tipo de protestas en contra del cobro de peaje.
Existe una estrecha relación de comercio e intercambio de fuerza laboral entre El Progreso y San Pedro Sula, por lo que cientos de personas se transportan a diario de un lugar a otro. De ahí el malestar que el cobro de peaje entre estos dos puntos ha generado.
Ahora los hondureños están replicando las protestas en otras estaciones de peaje, como las de Siguatepeque y Zambrano.