TEGUCIGALPA, HONDURAS. Un total de tres presuntos responsables del secuestro de un niño de 10 años fueron capturados la mañana de este domingo en diferentes sectores del Distrito Central.
Los sospechosos son parte de una banda delictiva denominada «Los Cáceres«, según los agentes de la Policía Nacional que estuvieron a cargo de los arrestos a través de la Unidad Nacional Antisecuestros de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
Según el reporte del caso, todos los detenidos comparten la semejanza de que son originarios del municipio de San Antonio de Flores, El Paraíso, pero residen actualmente en la capital.
Uno de ellos tiene 42 años y sería conocido en el mundo criminal como «Ojo de Vidrio«. Supuestamente, él vive por ahora en la colonia Nueva Capital de Comayagüela. Es considerado como el cabecilla de la banda; además, la fuerza de seguridad asegura que él estaría detrás de la logística para la comisión de los ilícitos.
También cayó bajo las órdenes de la justicia un joven de 24 años, cuyo apodo en la estructura criminal es -según la Policía- «Balín«. Él también reside actualmente en la colonia Nueva Capital.
El otro detenido es «El Cerrajero«. Se trata de un individuo de 50 años que tiene la misma procedencia de sus dos supuestos compinches, pero vive actualmente en la colonia Australia de Comayagüela.
Como presunta evidencia constitutiva del delito, los uniformados les confiscaron cinco teléfonos celulares de diferente marca y modelo.
El expediente expone también que «Los Cáceres» tienen injerencia en el propio San Antonio de Flores pero también en Oropolí y otras zonas aledañas del departamento de El Paraíso.
El secuestro
Las pesquisas policiales arrojan que la privación de libertad al niño se fraguó el uno de agosto en la aldea El Jícaro de Oropolí. Supuestamente, la víctima se dirigía a un campo de fútbol, pero sujetos armados lo interceptaron.
La Policía indica que «Los Cáceres» pedían 20 millones de lempiras por la liberación. Empero, aseguran que el pago no se efectuó porque sus agentes fueron capaces de identificar el lugar del cautiverio.
El menor estaba «en perfectas condiciones de salud» al momento del rescate, describe el informe. Sin embargo, en ese momento no se apresó a los hechores, quienes lograron escapar.
La fuerza de seguridad defiende que priorizaron salvaguardar la vida del afectado, lo que terminó permitiendo que los captores huyeran.
«Escondidos» en la capital
El escrito menciona también que la DPI siguió a los secuestradores hasta la capital, pues fue ahí donde -presuntamente- se refugiaron con el propósito de evadir a las autoridades.
Aparte del secuestro, los agentes están investigando la supuesta vinculación de Los Cáceres en varios otros ilícitos.
El trío de presuntos delincuentes ya están a disposición de la Fiscalía para que continúe el proceso judicial en su contra, ahora con una acusación formal por secuestro agravado.
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