SANTA BÁRBARA, HONDURAS. Una persona captó a través de un vídeo el momento en que dos niños están cruzando con neumáticos el río Ulúa, sin importar que ha aumentado su caudal y las aguas están embravecidas por las recientes lluvias.
El hecho dejó sorprendidos a muchos, particularmente porque en la grabación se evidencia que la corriente está bastante fuerte.
La duración del vídeo es de 2 minutos con 7 segundos y según se conoció, los menores cruzaron desde la comunidad llamada Gualjoquito hacia Loma Larga en Colinas, departamento de Santa Bárbara.
«Les vale papa», se escucha que dice la persona que documenta el hecho. Posteriormente se ve a los niños en un neumático, usando sus manos como remo.
Incluso se observa que uno de ellos lleva una bolsa de plástico, aparentemente con pertenencias.
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VÍDEO:
De tal manera, se sigue viendo cómo los menores van avanzando hasta que llegan al centro del caudal, donde está más fuerte la corriente y así continúan avanzando.
«Ya pasaron lo más difícil», dice un señor, mientras a lo lejos se siguen viendo a los niños.
Ante las acción de estos pequeños, surgieron demasiados comentarios en las redes sociales. Algunos señalando principalmente a los padres por dejar a los niños cruzar cuando el río estaba crecido y otros afirmando que probablemente ellos están acostumbrados y por eso lo hacen.
«Son niños que se crecen en las orillas de los ríos, son unos peces en el agua desde muy pequeños»; «Qué barbaridad que clase de padres tienen esos niños», «Esos niños son unos irresponsables viendo el peligro que hay y se atreven a tirarse en neumáticos a veces no solo los padres son culpables», escribieron.
Niña cruza río en tirolesa para ir a escuela en Santa Bárbara
Una niña provocó admiración en muchas personas, pues expusieron a través de un vídeo cómo ella se tiene que trasladar para llegar hacia el centro educativo donde recibe clases.
Debido a las condiciones del lugar donde vive y por la falta de un puente, la menor tiene que cruzar un río a través de una tirolesa, utilizando un improvisado asiento.
Del otro lado la espera un ciudadano, que la ayuda a llegar a la orilla y bajarse. Su regreso, es igual, con su mochila en la espalda, su uniforme y con la enseñanza de sus maestros en la mente.
Karla es como se llama la valiente niña, ella es de la aldea San Jerónimo del Pinal, de Santa Bárbara, pero tiene que movilizarse hasta el Instituto Marco Aurelio Soto de San José de Colinas, siempre del mismo departamento.
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