TEGUCIGALPA, HONDURAS. Cada vez que la hondureña Gabriela Espinoza y su familia reciben un donativo para ayudar a las personas con COVID-19, toca la campaña, salta y baila de alegría porque en carne propia conoció el sufrimiento de los pacientes en los hospitales.
Toda la familia López-Espinoza se une al unisono para recibir la buenas nuevas, una familia donde sus 8 integrantes se enfermaron por la COVID-19. Una vez que conocieron la realidad que acontece en los centros de atención, aprovecharon esa experiencia para ayudar a otros afectados.
Gabriela Espinoza, contó que hace algunas semanas su familia recibió el diagnostico de COVID-19 positivo. Entre sus familiares hay personas asmáticas y delicadas por otros padecimientos.
»Primero fue mi abuela, luego mi tía, quien es asmática y tuvimos que tratar en mi casa. Después salió mi padre, él se puso mal y por la situación del país tuvimos miedo de llevarle al hospital», relató la hondureña.
Aunque ella era asintomática, su padre sí presentó desmejoras cuando empezó a necesitar oxigeno y en casa ya no tenían. Sin embargo, lograron ingresarlo al Instituto Nacional Cardiopulmonar u Hospital del Tórax; ahí conocieron la realidad del colapso sanitario.
»Yo salí asintomática, así que me dediqué a cuidar a mi papá. En el octavo día de su enfermedad llegó a oxigenar 85 y el oxígeno se le estaba acabando, gracias a Dios lo pudimos ingresar al Instituto Nacional Cardiopulmonar del Tórax y ahí vimos la realidad del país», continuó relatando la humanitaria mujer.
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Familia Espinoza llama a iniciativa
La población cree que las condiciones dentro de los hospitales son pésimas, pero resulta que esto es peor de lo imaginado, y solo estando allí se conoce realmente. Por eso, Espinoza señaló que en las noticias muestran duras imágenes, pero eso se queda corto.
»Dejamos a mi papá en la sala de COVID. La doctora Suyapa Sosa es un ángel en El Torax». Destacó que la galena «es excelente persona y profesional. Además, la doctora Azaria Cálix, al salir mi padre del hospital nos contó todo lo que pasó y las necesidades de los pacientes, doctores y enfermeras».
En ese momento, Espinoza tomó la iniciativa de ayudar a las demás familias y personal sanitario que está expuesto o enfermo por COVID-19.
Hasta ahora, la familia ha logrado entregar tres donativos con la ayuda de otras personas y amigos que se sumaron para ayudar. »Ha sido increíble ver todo el apoyo que hemos recibido», comentó.
La familia sigue tocando la campana para celebrar la llegada de ayudas por parte de la población, anunciando que las personas que lo necesitan la recibirán.
El próximo lunes 20 de julio, la familia Espinoza realizará un nuevo donativo de pañales, toallas húmedas, jabón, agua, papel higiénico, mascarillas y sábanas.
La población hondureña que desee ayudar a los enfermos por COVID-19 puede comunicarse con la familia Espinoza, al número de celular 9892-31-20.
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