TEGUCIGALPA, HONDURAS. Los pacientes renales continúan en calamidad, sin contar con el apoyo para seguir sus tratamientos completos, y en las últimas horas el COVID-19 le arrebató la vida a seis de ellos.
Daniel Mairena, presidente de la Asociación de Pacientes Renales, dijo: «Lastimosamente dar esta noticia no es de agrado para nadie, mucho menos para nosotros los pacientes renales. Seis pacientes muertos en las últimas horas da mucho que pensar».
Los enfermos renales están sumamente preocupados por la situación, debido a lo duro y complicado que se vuelve para ellos. En este momento, no saben qué hacer ni qué acciones tomar, puesto que ya son 36 pacientes fallecidos solo en enero.
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Pacientes que fallecen en sus casas
Por otro lado, Mairena sostuvo que ese conteo es nada más de los pacientes que murieron a causa del COVID-19, ya que no se contabilizan los enfermos renales que se hacen diálisis peritoneal; de ellos no se lleva un sondeo.
«El paciente se dializa en sus casas y no se sabe si se la dejó de hacer o falleció. Es bastante difícil y dura la situación de los enfermos renales» agregó.
De acuerdo con Daniel Mairena, 640 pacientes renales han fallecido en Honduras en lo que va de la pandemia del COVID-19.
Desde hace varios meses los pacientes renales de Honduras exigen que no se les descuide y proporcione sus tratamientos. En algunas ocasiones han tenido que esperar largos lapsos de tiempo para poder realizarse sus diálisis debido a a pandemia del COVID-19.
De igual manera, que varios se hayan infectado del virus ha provocado serias complicaciones en su salud. Es por eso que piden que se les brinde el cuidado y atención necesaria por ser un grupo de alto riesgo.
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