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viernes, noviembre 22, 2024

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Redacción.- El paso del tiempo y la evolución de la pandemia llevan a que cada vez más personas noten diferentes tipos de secuelas en el largo plazo, luego de haber padecido COVID-19. Nuevas investigaciones dan cuenta de que algunas personas que tuvieron coronavirus sufren luego una caída de cabello superior a la que usualmente hubieran tenido.

Algunos estudios estiman que el 22% de los que fueron hospitalizados con COVID-19 experimentaron pérdida temporal del cabello.

Y si bien los especialistas aseguran que es más difícil evaluar qué tan común es la afección en personas que tuvieron formas más leves de la enfermedad. Los estudios sugieren que la pérdida de cabello también se encuentra entre los más de 60 síntomas persistentes que a menudo se asocian con el llamado COVID prolongado.

El también denominado «long COVID» se trata ni más ni menos de afectaciones en órganos que van más allá del sistema respiratorio. Estas son propias del cuadro inflamatorio sistémico que provoca el SARS-CoV-2 en el organismo.

Cifras del coronavirus en el mundo
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Cifras del coronavirus en Honduras.
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Sus manifestaciones van desde el embotamiento, la lentitud mental o la llamada “niebla mental”, pasando por la pérdida del olfato hasta la disfunción sexual. Los médicos aseguran que cada vez más personas consultan por caída de cabello.

La doctora Michele Green es dermatóloga de la ciudad de Nueva York afiliada al Hospital Lenox Hill de Northwell Health que se especializa en pérdida de cabello, y aseguró que “nunca había visto algo así”. “Veo más pacientes masculinos y femeninos, de todas las edades, de todas las profesiones laborales. Realmente ha sido en todos los ámbitos”, aseguró.

He ahí, según los especialistas, el motivo de la pérdida de cabello luego del COVID-19:

La pérdida de cabello repentina y temporal tiene un nombre médico: efluvio telógeno.  Ocurre cuando el estrés o una enfermedad provocan mucho más desprendimiento que los típicos 50 a 100 cabellos que una persona pierde por día.

Al parecer, la caída de cabello no es específica del COVID-19. Según los expertos, desde hace siglos se sabe que enfermedades graves, cirugías, pérdidas de sangre, hospitalizaciones, partos y eventos emocionales extremos, como la pérdida de un ser querido, pueden desencadenar un efluvio telógeno.

Pero lo que los investigadores descubrieron ahora es que las personas con antecedentes de infección por SARS-CoV-2 tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar pérdida de cabello que las que no estaban infectadas.

¿Qué hacer para frenar la caída de cabello post COVID?

La mayoría de los profesionales de la salud aconsejan esperar a que el cabello vuelva a crecer por sí solo. Esto debido a que el fenómeno es temporal. “Mucho de lo que hago es asesorar a las personas cuando ocurre y desempeñar el papel anímico para ellos, asegurándoles que esto mejorará”, aseguró el doctor Arash Mostaghimi, director del servicio de dermatología para pacientes hospitalizados en Brigham and Women’s Hospital en Boston.

Algunos dermatólogos pueden recomendar acelerar el proceso de crecimiento mediante la aplicación de una solución tópica de un medicamento para el crecimiento del cabello. También, tomarlo en forma de píldora.

Fuente: INFOBAE 

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