TEGUCIGALPA, HONDURAS. Antes de que la depresión tropical Eta y la tormenta tropical Iota azotaran a Honduras, el sector cafetalero avizoraba una producción récord que dejaría millonarias ganancias en divisas para el país.
Sin embargo, tras el paso de esos fenómenos naturales, la situación cambió y ahora este sector clama por ayuda a las autoridades gubernamentales, esto debido a que, la fuertes lluvias destruyeron sus cultivos, así como las carreteras por donde transportaban el grano aromático.
Dicho escenario alarma a los productores, especialmente de la zona oriental del país, debido a que las pérdidas e dicho sector podrían ser millonarias, así lo dijo a TIEMPO DIGITAL el dirigente del sector cafetalero, Fredy Pastrana.
«Estamos preocupados porque hay muchos sectores incomunicados, incluso hay desánimo de productores para cortar el grano porque ni se puede transportar. Es difícil la situación y seguimos esperando la respuesta de Invest-H, Insep y del Fondo Cafetero«, señaló Pastrana.
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Pérdidas
De acuerdo con Pastrana, hace quince días enviaron una nota a INSEP e INVEST-H, exponiendo la problemática y solicitado apoyo, sin embargo, aún no reciben respuesta y la situación cada día se torna más difícil, recalcó el entrevistado.
«Hace quince días lo dijimos en una nota que mandamos. No estábamos pidiendo la conformación de todos los tramos, sino habilitar y servir a las zonas productoras«, agregó.
De no recibir ayuda, ese sector productivo perdería, según el Consejo Nacional del Café, un 6 %, es decir medio millón de quintales. Mientras que Pastrana, estima que las pérdidas serían entre 700 a un millón de quintales, en un término de quince días.
«Si hablamos de 500 mil quintales, se traduce a unos 60 millones de dólares, pero si continuamos incomunicados y aumenta las lluvias, la cifra se duplicaría», detalló.
Otro sector afectado
Pastrana sostuvo que, además del sector cafetalero, que es el más afectado, por Eta e Iota, el sector agrícola también presenta severos problemas. «El 30 % de maíz que faltaba recortarlo, se inundó y se pudrió». indicó.
A renglón seguido expuso que en Santa Rita, Jamastrán, al oriente del país, hay un deslizamiento de más de 400 metros de profundidad, es decir, cuatro cuadras de largo por una de ancho, explicó.
Finalmente, Pastrana denunció que ayer, lunes 30 de noviembre, con maquinaria del Fondo Cafetero se estaba reparando un tramo que lleva a una casa de campo de una extitular de una Secretaría de Estado. «Eso nos ha molestado y esos abusos deben parar», objetó el dirigente, Fredy Pastrana.
Felipe Nery García, un productor de la zona oriental, se suma a las muestras de preocupación por el mal estado de las carreteras de acceso los cultivos de café.
«El problema que tenemos es que no hay apertura de carreteras porque quedaron destrozadas, se hizo un deslave de tres manzanas en la carretera y hay que buscar hacer apertura en otro lado», criticó.
Sumado a ello, García lamentó «la producción ya maduró y no podemos ni buscar mozo porque no hay salida a pie, menos en carro. Es preocupante porque las autoridades superiores porque todavía no han dicho presente».
Aldeas incomunicadas
Tras el paso de Eta e Iota, unas 26 aldeas en la zona de Azabache, El Paraíso, siguen incomunicadas, porque los accesos vehiculares sufrieron daños por los deslaves que también afectaron unas 15 viviendas y acabaron con cultivos de café.
Sobre ello, Santos Abelino Ramírez, uno de los productores de la zona, lamentó haber perdido su vivienda y más de la mitad de su finca de café.
«Esta casa no creo que la recupere, poco a poco el deslave se hace más grande. Trato de recuperar material para ver dónde puedo levantar mi casita. Fueron casi 30 horas de lluvia sin descanso y hasta la finca de café perdí, más de la mitad se fue en un derrumbe y pienso que seguirá cayendo el cerro», relató el productor.
Similar escenario se vive en Trojes, El Paraíso, donde los embates del mal tiempo sobre la débil infraestructura, una vez más dejó incomunicados a unos 80 mil habitantes.
A la altura de La Redonda, el río El Águila volvió a destruir las aproximaciones del puente que recientemente lo repararon. También a la altura de Las Quebradas el paso quedó afectado, por lo que unos cinco días tardarían en rehabilitar el tránsito vehicular.
Las fuertes lluvias que generó el fenómeno natural también cortaron el paso en la carretera que conduce desde la ciudad de Danlí hasta el municipio de Trojes, fronterizo con Nicaragua.
Actualmente, los pobladores de esas zonas están a la espera de ayuda, porque la mayoría de sus cultivos de café se perdieron, y lo poco que pudo salvarse, no pueden movilizarlo, por el mal estado de las carreteras.
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