TEGUCIGALPA. La violencia sigue imparable en Honduras, esta vez, las autoridades de la Policía encontraron semienterrado y con signos de tortura el cadáver de un hombre en un sector de la colonia Canaan, en la capital del país.
El occiso respondía en vida al nombre de Emerson Daniel Oliva Briceño, de 20 años, quien era residente en la zona en mención.
Según el testimonio del padre de la víctima, el joven había salido rumbo a una fiesta el pasado sábado, pero nunca regresó.
Búsqueda
Preocupados por no saber nada de su ser querido, familiares del difunto salieron a buscar al muchacho, con la esperanza de encontrarlo sano y salvo.
El padre de Oliva Briceño decidió revisar un terreno baldío que queda por una quebrada cerca de la colonia, en donde logró ver que había una parte del suelo que se miraba «extraña».
Al acercarse, el señor descubrió que era una persona que había sido semienterrada, pero minutos más tarde se percató de que la víctima era su hijo.
Ante el hallazgo, los familiares le dieron aviso a las autoridades policiales, quienes llegaron al lugar para sacar el cuerpo de donde estaba enterrado.
Semienterrado y torturado
Cuando se realizaba la inspección del cadáver, se comprobó que tenía indicios de tortura, por lo que se presume que antes de morir, el joven fue víctima del ataque de sus victimarios.
El cuerpo de Emerson Daniel Oliva Briceño fue enviado a Medicina Forense, en donde se le hará su respetiva autopsia y luego será entregado a sus familiares.
Suceso similar en Choluteca
Un hombre perdió la vida tras recibir varios impactos de bala en las cercanías del río Choluteca, en la colonia Betaña de Comayagüela.
El cuerpo del hombre quedó en un callejón oscuro que está ubicado junto al conocido río que cruza por varias colonias capitalinas.
El joven vestía un pantalón jean color azul, una camiseta color blanco y unos zapatos tipo «burros». Además, una gorra de color rojo quedó tendida junto al cuerpo del ahora fallecido.
De acuerdo con la información que los vecinos de la zona le brindaron a las autoridades policiales, en horas de la noche escucharon un ráfaga de disparos; sin embargo, sometidos por el miedo, ellos no salieron a ver lo que sucedía.
La víctima
Pasando una hora desde la balacera, personas que transitaban por el callejón encontraron el cuerpo del joven que estaba sin vida. Inmediatamente pusieron en alerta a las autoridades policiales, quienes llegaron para resguardar la escena y recabar algunos datos.
Los vecinos de la zona reconocieron al fallecido únicamente con el nombre de Nixon de 23 años de edad.
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