REDACCIÓN. La primera jornada de rastreo en el embalse de Arade, en el Algarve, reavivó la tragedia ocurrida hace más de 16 años, cuando Madeleine McCann desapareció del complejo hotelero de Praia da Luz.
Ahora existe el incentivo de tener un sospechoso en firme, el alemán Christian Brueckner.
«Hay indicios que no proceden del acusado, pero pueden imaginarse que no comenzamos a buscar en un lugar de Portugal solo por si acaso, sino que tenemos muy buenas razones para ello», explicó el fiscal Hans Christian Wolters, encargado del caso.
«Por razones tácticas, no podemos revelar por ahora nuestros motivos», reveló.
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Despliegue policial
Más de 20 policías portugueses, acompañados en calidad de observadores por agentes alemanes y británicos, registraron minuciosamente un perímetro de 500 metros cuadrados en torno al embalse de Arade. Los buscadores cuentan con los medios acuáticos como lanchas. Así mismo, los uniformados registraron las orillas y se descarta remover los fondos.
Además, agentes de la Guardia Nacional Republicana colaboran con georadares y tratan de identificar qué parcelas de tierra pueden haber sido excavadas.
También, se incorporó una unidad canina para focalizar la búsqueda en el entorno del lago, donde esperan encontrar algún tipo de indicio que vincule a Brueckner con el rapto.
Muestras de tierra
La investigación se concentra en cuatro grandes áreas, de las que ya se examinaron dos. Según el diario Correio da Manhã, se trata de muestras de tierra que serán trasladadas a un laboratorio para buscar fibras del pijama de la niña desaparecida.
La familia McCann guarda silencio. En el Algarve se encuentran policías británicos para seguir de cerca la búsqueda e informar a los padres de Maddie de cualquier avance. Se espera que las labores concluyan este miércoles.
La fiscalía portuguesa imputó a Christian Brueckner el año pasado para evitar que prescribiera el delito.
Reactivación del caso
El caso se reactivó después de que las autoridades alemanas encontraran fotografías y vídeos en la vivienda del sospechoso que probaba sus visitas frecuentes al embalse de Arade.
Previamente, a Brueckner se le imputó por otros casos de violación y abuso de menores.