REDACCIÓN. El portavoz de la Secretaría de Seguridad, Julian Hernandez, confirmó que el supuesto rapto de un autobús de la empresa «Mirna», fue una falsa alarma, la información que trascendió fue debido a que un pasajero hizo la denuncia al 911.
Quien dijo que el autobús fue interceptado por dos personas (un hombre y una mujer) armados que se subieron en la unidad, luego La Policía localizó la unidad que se dirigía de San Pedro Sula a Tocoa, Colón y procedió a la detención de estas personas, esto provocó un atraso en la hora de llegada del autobús, lo que alertó a familiares de los pasajeros y a las autoridades locales.
EN HORAS DE LA NOCHE
Diversos medios ceibeños reportaban el robo de un bus de Transportes Mirna, incluyendo el secuestro de sus pasajeros. El anuncio de última hora fue dado a pocos minutos de las 9 de la noche. El canal 45 de La Ceiba fue uno de los primeros en publicar la noticia en sus redes sociales.
de acuerdo a este canal, los secuestradores y ladrones iban a bordo de un carro pick-up, que había interceptado el bus, pero posteriormente, la acción fue desvirtuada por las autoridades, quienes actuaron con rápidez ante la preocupación de los hondureños.
ANTECEDENTE
Bandas criminales obligaron a paralizar operaciones del transportista de pasajeros “Mirna”.
Denunció el pasado mes de febrero, su propietario Adán Fúnez. Comentó que los extorsionadores aumentaron el cobro de extorsión. Por lo que se vio obligado a suspender las actividades de la empresa que cubre la ruta Tegucigalpa, San Pedro Sula y Tocoa.
A pesar de las denuncias interpuestas ante las fuerzas de seguridad, ha sido imposible frenar el cobro del denominado “impuesto de guerra”, lamentó Fúnez.
Criticó que la fuerza pública no le ha proporcionado protección, tal como ocurrió con la flota de autobuses Cristina. Ya que a las horas de haberse reportado ataques y asesinatos contra motoristas, asignaron agentes para resguardar a empleados y pasajeros.
El también alcalde de Tocoa denunció ser sujeto de amenazas de muerte y que posee pruebas sobre mensajes. Asimismo, correos de voz cuyos contenidos son amenazantes. Advirtió que si no le proporcionaban resguardo, se vería obligado a cerrar operaciones de manera definitiva. Con lo anterior, dejando en la calle a unas 250 personas. Y pedir al sistema financiero que le readecue la mora.
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