La atracción principal de la exposición ‘Motion. Autos, Art, Architecture’ que acoge el Museo Guggenheim de Bilbao hasta el próximo 18 de septiembre, es uno de los dos únicos ejemplares supervivientes del legendario Bugatti Type 57 SC Atlantic y ha sido prestado para la ocasión por el Mullin Automotive Museum de California (EEUU).
Esta verdadera joya de la historia de la automoción considerada como uno de los vehículos más raros y valiosos del mundo, encarna a la perfección la temática de la exposición, que vincula “la dimensión artística del automóvil” a ámbitos como el de la pintura, la escultura, la arquitectura, la fotografía o el cine.
En total, se expone una colección muy interesante de alrededor de 40 de las creaciones más bellas, exclusivas y técnicamente innovadoras de distintas épocas de la industria automotriz. Muchos de ellos, bellezas escultóricas de marcas como Rolls Royce, Porsche, Mercedes-Benz, Aston Martin, Bentley, Alfa Romeo o Cadillac.
Hasta 38 auténticas obras de arte sobre ruedas
La última exposición del Guggenheim está comisariada personalmente por el arquitecto y diseñador Norman Foster, un amante confeso de los coches.
Esta muestra investiga los paralelismos entre el mundo del automóvil y el del arte con una visión integradora. Para eso, incluye una cuidada selección de algunos de los mejores automóviles de la historia en lo que respecta a aspectos como su belleza, singularidad, progreso técnico que encarnaron en su época o su visión de futuro.
Muchos de estos coches, entre los que se encuentran curiosidades como un Alfa Romeo ‘BAT Car 7’ diseñado por Franco Scaglione (1954) o un bellísimo Ferrari 250 GTO (1962), se presentan por primera vez al público, pues nunca habían abandonado las colecciones privadas o instituciones públicas a las que pertenecen.
Están distribuidos en siete salas temáticas: “Beginnings”, “Sculptures”, “Popularising”, “Sporting”, “Visionaries”, “Americana” y “Future”, y se organizan cronológicamente.
Según la época a la que pertenecen, están rodeados por importantes obras de arte y arquitectura firmadas por artistas de la talla de Christo, Edward Ruscha o Andy Warhol, y dibujos de arquitectos como Frank Lloyd Wright o Albert Kahn.
El rarísimo Bugatti Type 57 SC Atlantic, fabricado a mano por los artesanos de la marca en 1936, se sitúa en el centro de la sala “Sculptures” junto a la célebre escultura «Walking Panther» de Rembrandt Bugatti, hermano del fundador de la marca de coches.
Un coche icónico cargado de historia
Jean Bugatti, un apasionado del mundo del motor con mucho talento para el diseño, comenzó a modernizar los modelos de la marca de lujo francesa desde finales de la década de 1920, antes de recibir las llaves de la empresa de su padre en 1936.
Él es el padre del Bugatti Type 57 SC Atlantic: sin duda, uno de los coches más icónicos de la historia del automóvil, considerado por muchos como su obra maestra. Jean lo diseñó con una evidente inspiración en el Art Déco, como coche de producción y como variante de competición: el gran turismo definitivo.
Así, la gama del Type 57 incluía varias opciones de motorización y carrocerías como Galibier (berlina de cuatro puertas), Stelvio (cabrio), Ventoux (berlina de dos puertas) y Atlantic (coupé).
En cuanto a este último, originalmente el modelo se llamó Aéro Coupé, pero tras la muerte del aviador Jean Mermoz -amigo de Jean Bugatti- en un vuelo transatlántico, la denominación se cambió en su honor a “Atlantic”.
Cuando la producción del modelo se detuvo en 1940, habían salido de fábrica alrededor de 800 modelos Type 57 en sus diferentes versiones. Sin embargo, solo se fabricaron cuatro versiones del Bugatti Type 57 SC Atlantic (entre 1936 y 1938), lo que suma enteros a su encanto místico y exclusividad.
Bajo el capó, este modelo lleva un motor de ocho cilindros y 3.3 l capaz de producir hasta 200 CV de potencia, y que según Bugatti, era capaz acelerar hasta los 200 km/h. Esto, durante una era en la que los carros tirados por caballos todavía tenían cabida en muchas carreteras.
Su capó
Uno de los elementos que más llama la atención del coche es su capó, extremadamente largo para un automóvil con una longitud total de solo 3,70 metros. Su silueta está marcada por las ruedas, que sobresalen de la carrocería.
Además, la zaga fluye en forma de óvalo que se extiende casi hasta el suelo, coronada por seis finos tubos de escape que completan la vista trasera. Los remaches, hechos a mano, mantienen las láminas de metal en su lugar.
El segundo de los Type 57 SC, único de color negro y apodado como “La Voiture Noire”, fue el coche personal de Jean Bugatti hasta que este falleció en un accidente en 1939. El paradero del coche, hoy por hoy, sigue siendo un misterio sin resolver.
El tercero estuvo involucrado en una colisión grave en 1955. Destruyendo casi por completo el automóvil y el cuarto, el otro único modelo original superviviente, ha pertenecido durante años al diseñador estadounidense Ralph Lauren.
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