Tegucigalpa, Honduras.- El canciller hondureño Eduardo Enrique Reina y el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, Rodrigo Malmierca Díaz, firmaron en el mes de julio un memorándum de entendimiento para promover el intercambio y la cooperación entre Cuba y Honduras en diferentes ámbitos de interés, entre ellos la salud, lo que implica la llegada de brigadas médicas cubanas al país.
Según medios de comunicación, este mes podrían llegar al territorio nacional varios médicos cubanos que son ubicados en diferentes zonas postergadas del país, sin embargo, hasta el momento no se ha anunciado una fecha exacta de su llegada.
Estas brigadas médicas han llegado al país durante varios años, ya que su presencia se remonta a la crisis vivida tras el embate del huracán “Mitch”, en octubre de 1998.
Sin embargo, debido a la problemática que impera en el sistema de salud de Honduras, la llegada de estas brigadas ha provocado cierto descontento en el gremio médico.
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Médicos cubanos «no son una solución»
La presidenta del Colegio Medico de Honduras, Helga Codina, consideró que la llegada de los médicos extranjeros no solucionará la situación sanitaria del país.
«Le agradecemos a los colegas cubanos que vendrán y hacen su labor en un país lejos de su familia, sin embargo, no consideramos que sea una estrategia que solucione la situación del país», dijo Codina.
En ese sentido, expresó que en lugar de traer especialistas de otros países, se deben formar más profesionales en un plan a mediano plazo.
Aunado a esto expresó que a corto plazo se «debe contratar a los profesionales hondureños y pagarles lo que indica el estatuto médico empleado y pagarles puntualmente».
Asimismo, puntualizó que en el país hay médicos hondureños con especialidades, con necesidad de trabajar y un trabajo estable.
«Nosotros consideramos que primero se debería de resolver la políticas de salud nacional y después hacer convenios de ayuda entre países», expresó la presidenta del gremio médico.
Dinero invertido
Entre las desventajas de esta situación sanitaria, la profesional de la medicina manifestó que una de ellas es la inversión monetaria.
«El dinero utilizado para las brigadas podría ser utilizado para solucionar los problemas que enfrentan los médicos hondureños», agregó la galena.
Sin embargo, reconoció que las brigadas cubanas llegan a solucionar en cierto grado la problemática sanitaria que abunda en la zona en que son colocados.
No obstante, consideró que a las zonas postergadas «se puede enviar un hondureño y sería de mucho menor costo a lo que se invierte en cada médico cubano».
¿Hay médicos hondureños en las zonas rurales?
La Dr. Helga Codina informó que, actualmente se encuentran 21 médicos hondureños en La Mosquitia, quienes no reciben un salario desde hace 7 meses.
Ante la duda de si varios médicos hondureños son trasladados a zonas rurales, explicó que pocas veces, ya que no es un estimulo decirle a un médico «le voy a retrasar los pagos» cuando va a trabajar a un lugar distante.
Cero intervención
Ante las decisiones tomadas y la pronta llegada de las brigadas, la galena explicó que no pueden intervenir en las políticas internacionales del país.
«El gremio nos escribe y exige que no permitamos la llegada de médicos cubanos y que debemos exigir que su currículo pase por la institución. Sin embargo, no podemos mandar en las decisiones del Poder Ejecutivo», comentó.
Asimismo, expresó su indignación por la falta de pagos salariales al personal de salud y «que sí haya dinero para pagar a médicos cubanos».
Por otra parte, la galena informó que estas brigadas suelen quedarse en el país hasta por seis años.
Llegada de brigadas anteriores
Durante la pandemia, Cuba envió brigadas médicas a varias naciones del mundo para contribuir al enfrentamiento de la COVID-19.
Durante ese periodo, un equipo de 25 colaboradores también llegó a Honduras para asistir a los damnificados de las tormentas tropicales Eta e Iota.
La brigada la integraron especialistas en psiquiatría que ayudaron a las personas conmovidas por la pérdida de sus pertenencias.
El equipo lo integraron cooperantes de 12 provincias del país, la mayoría con más de 10 años de experiencia laboral.
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