TEGUCIGALPA, HONDURAS. A criterio del jefe de la Región Metropolitana de Salud del Distrito Central, Harry Bock, hay posibilidades de una segunda ola de contagios de COVID-19 y que sea mucho peor que la primera en mortalidad.
En ese sentido, el galeno manifestó que con la reapertura económica, cada ciudadano está obligado a cuidarse para no contraer el COVID-19. Cabe destacar que desde el lunes inició la circulación de dos dígitos por día, de acuerdo a la terminación de identidad.
«Ningún país del mundo estaba preparado para esta pandemia, ni potencias mundiales. No digamos Honduras que es un país tercermundista, donde somos luchadores y con muchas dificultades», expresó.
«Hemos aprendido en la marcha» y hay una leve transición de calma, sin embargo, aclaró que no se ha controlado la pandemia. «Estamos en la fase de transmisión comunitaria al 100 por ciento», agregó el experto.
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Bock: El COVID-19 sigue infectando a la población
Por otra parte, manifestó que se están haciendo análisis epidemiológicos en la región para conocer cuál es el impacto de la apertura de los mercados, empresas y del transporte.
Sobre las decisiones de reapertura, manifestó que se toman desde el gobierno y en base a análisis que las regiones de Salud brindan a nivel nacional.
«Si tenemos o no una segunda ola, eso va a depender de cada uno de nosotros» pero dejó claro que el COVID-19 sigue infectando a muchos ciudadanos y nadie se tiene que confiar.
«Seguimos en la fase 4 de transmisión comunitaria y el virus anda circulando, pero hasta dónde va a llegar esta pandemia, depende de la actitud de cada persona. Dentro de un mes o mes y medio, es posible que Honduras entre a una segunda ola, quizá peor que la primera en cuanto a la mortalidad», advirtió.
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