Un buque llegó al puerto de Vladivostok, Rusia, con alrededor de cien autos cero kilómetro congelados. Las fotos son estremecedoras para cualquier amante de los fierros: estaban cubiertos con una capa de hielo y sal de hasta doce centímetros, lo que pone en riesgo su buen estado.
Es curioso y a la vez doloroso de mirar. Sólo en algunos casos se podía adivinar la marca y el modelo del auto. La mayoría son irreconocibles, aunque se supo que pertenecían a las marcas Honda y Toyota. Viajaban hacia Rusia procedentes de Corea del Sur.
El barco se descargó cerca de la estación marítima, en el mismo centro de Vladivostok. No sólo es irónico el nombre del buque (se llama Sun Rio), sino también su bandera: la de Panamá, un país en el que jamás se viviría una situación similar a esta.
El Sun Rio fue construido en Japón en 1991, navegó con banderas tanto japonesa como coreana y lleva a cuestas 30 años de servicio. Los propios marineros dicen que no es un hecho aislado, sino que usualmente se enfrentan a este tipo de problemas.
“Es diciembre, el mar está agitado y ventoso. El agua salpica a bordo y con el frío se convierte en una costra. Este año los vientos son mucho más fuertes de lo habitual, pero los marineros están acostumbrados. Y esto sucedió antes, se descarga el envío y listo“, comentó el capitán de barco, Pyotr Osichansky, en diálogo con el medio ruso VL.ru.
Explicación de la empresa
Green Corner, la empresa que encargó las unidades para venderlas en Rusia, explicó que los autos llegan en esas condiciones a menudo y que los marineros se encargan de romper el hielo para que posteriormente puedan ser vendidos con normalidad.
Es extraño que estos autos se vendan luego como si nada hubiera ocurrido, porque el congelamiento puede ser muy nocivo para distintas partes. Incluso en algunas imágenes se observa el interior de algunos vehículos llenos de hielo. Ese hielo en algún momento se convertirá en agua y, si no se seca correctamente (es una tarea muy difícil), quedará el habitáculo con humedad. Eso puede producir el desgaste prematuro de algunas piezas y, por supuesto, un olor imposible de sacar.
Además, el congelamiento provoca que los limpiaparabrisas queden pegados al vidrio, que los neumáticos pierdan la presión, que se atasquen las puertas, que se descargue la batería, que el sistema de frenos pierda precisión, que se dañe el conjunto óptico y que se alteren todos los fluidos del sistema mecánico.
Nota para nuestros lectores:
Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp. Haga clic en el enlace: https://bit.ly/2Z2UF3j.