TEGUCIGALPA, HONDURAS. En el marco de la Emergencia Sanitaria Nacional por COVID-19, la Iglesia Católica desarrolló la mañana de este Viernes Santo una inusual representación del Vía Crucis en la capital del país.
El evento se realizó con una modalidad móvil; a través de la utilización de varios vehículos, líderes de esa religión recorrieron numerosas calles de Tegucigalpa.
No se contó de manera directa con la participación de los feligreses, pero, mientras la caravana circulaba próxima a sus casas, salían a los portones y ventanas para recibirla con júbilo.
El camino de los automotores en esta ocasión especial se dividió en 14 estaciones; en cada una de esas paradas, los representantes de la fe dirigieron oraciones donde pidieron por la sanación del pueblo ante la crisis por COVID-19.
Las estaciones estaban ubicadas en las parroquias del Distrito Central. En todas había un altar conmemorativo de la celebración litúrgica. Asimismo, pasaron por los mercados de Comayagüela, donde sí había gente en las afueras, vendiendo alimentos.
Además de las plegarias, uno de los curas párrocos leyó y explicó las vivencias del hijo de Dios en su camino a morir en un madero.
Cabe especificar que el Vía Crucis es una práctica de oración que recuerda los momentos vividos por Jesús desde la última cena hasta su «crucifixión» y consecuente sepultura.
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Detalles del evento
Dos carros tipo pick up encabezaron la histórica procesión. En uno de ellos se cargó la imagen del mesías bíblico, que portaba consigo un madero. El otro auto transitó con la escultura de la virgen María, madre de Jesucristo.
Ambos vehículos se conducían a una velocidad sustancial, con el propósito de que, debido al riesgo de propagación de COVID-19, las personas no se aglomeraran contiguo a la caravana. Utilizaron las luces intermitentes como precaución.
El padre Carlo Magno Núñez, en su posición de canciller de la Iglesia Católica, fue quien lideró el Vía Crucis. Apareció en compañía de otros miembros del arzobispado de la capital.
Es importante conocer que de la misma forma se efectuó la práctica religiosa en otros lugares del país, tomando en consideración el imperante toque de queda en los 18 departamentos.
Aunque las personas salieron a las proximidades de sus hogares para divisar el singular acontecimiento, vale aclarar que las autoridades católicas exhortaron a los feligreses a nada más presenciarlo por televisión y a través de transmisiones en vivo.
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