TEGUCIGALPA, HONDURAS. El artista botánico hondureño, Lutfi Janania, se destaca a nivel internacional por utilizar materiales naturales y deshidratados con el objetivo de que transmitan una sensación de múltiples espacios de vida.
Al crear estos diseños mágicos en Brooklyn, Estados Unidos, el creador traspasa los límites con sus esculturas hechas a mano, que exhibe en su estudio de diseño llamado, «Rosalila«, donde también vende sus obras más recientes.
La popular revista estadounidense Out se sentó con el diseñador para hablar sobre lo que inspira su arte.
Aquí su entrevista
¿Qué te atrajo del diseño botánico?
He estado rodeado de naturaleza desde que tengo uso de razón. Tuve la suerte de crecer en una reserva biológica en Honduras y pude estar en contacto con este tipo de belleza de primera mano. Este delicioso ambiente tropical fue el telón de fondo de mi infancia e informó mi continuo sentido de curiosidad. Pasé horas en la aventurera selva tropical, enamorándome de las curvas naturales y las formas inusuales de los árboles y flores en mi patio trasero. Encontré belleza en lo inesperado, en lo que estaba vivo y en lo que ya no estaba. Como persona que crecía en un país conservador, pude crear mi propio universo a través de la fantasía del mundo natural.
No fue hasta que decidí dejar la industria de la moda que descubrí el diseño botánico como una forma de arte. Todo sucedió de manera muy orgánica. Estaba diseñando para sesiones editoriales y usando flores como acentos y fondos, y me di cuenta de que mi pasión por crear fantasía a través de experiencias podía aprovecharse a través del diseño botánico. Una cosa llevó a la otra y fundé mi estudio de diseño, Rosalila. Hoy trabajamos con botánicos y flora para crear objetos, esculturas e instalaciones.
¿Qué inspira tu trabajo?
Mi inspiración tiene sus raíces en la naturaleza, siempre. Ahí es donde comienza y luego comienzo a crear nuevos mundos. Para mí, la fantasía y la experiencia impulsan todo lo que hacemos. Incluso cuando era niño, siempre busqué explorar algo nuevo y fuera de mi vida cotidiana, tal vez por supervivencia, pero eso finalmente me llevó a este ejercicio creativo. Quiero que mi trabajo evoque emociones, ya sea alegría, anhelo o tristeza, y que capture recuerdos. Las piezas de otro mundo están destinadas a ser un portal a otro mundo, uno surrealista, un lugar completamente nuevo que es completamente romántico, aventurero y diferente a todo lo que hayas experimentado antes.
Mi tiempo en la industria de la moda fue muy informativo para mi proceso, tanto en términos de inspiración como de ejecución. A través de la moda, aprendí construcción, color y textura, los cuales son elementos cruciales para mi trabajo.
¿Qué es lo que más le entusiasma para el próximo año?
El año pasado y varios meses han sido increíblemente desafiantes. En pocas palabras, espero seguir creando objetos y esculturas que vivirán en los hogares de las personas en todo el mundo. Lo veo como una forma de compartir mi visión y pasión por la belleza, invitando a la gente a experimentar mi mundo de fantasía. Eso es realmente muy real para mí. Tengo varios proyectos en curso y el estudio nunca ha estado tan ocupado, por lo que soy muy afortunado de mirar hacia el futuro con optimismo y entusiasmo por lo que se avecina.
«Dragón marino frondoso»
Esta escultura, para mí, es la esencia misma de lo que hacemos en Rosalila. Con elementos botánicos conservados a mano, ramas de madera de manzanita y cristales, la pieza explora el espacio negativo, la grandeza y la fantasía con una conexión emocional. Estoy muy orgulloso de la colaboración que se realizó. Trabajé con un fabricante familiar en Queens para crear la base de mármol de la selva tropical italiana y un trabajador metalúrgico en Brooklyn para soldar el soporte de latón antes de crear el trabajo botánico en nuestro estudio.
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«Corallia»
Lo que me encanta de esta pieza es su versatilidad. Como una de nuestras ofertas principales para clientes de diseño de interiores, Corallia está disponible en tres tamaños, según el espacio y el presupuesto del cliente. Nació de nuestra asociación con el Hotel Rockaway y es una exploración de las principales inspiraciones que llevo de mi hogar en Honduras. La base de piedra pómez refleja las playas de mi pueblo, mientras que los pastos deshidratados representan la exuberante vegetación.
«El espejo»
Crear un mundo nuevo es un ejercicio constante en mi trabajo. Para mí, el espejo parece proporcionar al espectador la capacidad de estar en contacto con su propia fantasía. Es un portal a otro mundo, pero también un reflejo de lo que hay dentro del espectador desde sus propios ojos. La exuberancia de las fibras de la hoja de palma tiene como objetivo enmarcar al espectador con una sensación de alegría y curiosidad, algo que a menudo trato de evocar en todo mi cuerpo de trabajo.
Con información de Out
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