TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El autodenominado apóstol Santiago Zúniga, envió un mensaje al artista del género urbano, Bad Bunny, luego de que supuestamente el cantante le «enviara» una provisión alimenticia.
El apóstol estaba a las afueras de las instalaciones donde graba su programa cristiano en Tocoa, Colón, pero se le acercó uno de sus compañeros de trabajo para mencionarle que le habían dejado una bolsa con comida.
Para sorpresa del apóstol «Chago», al preguntar por la persona que le enviaba esa comida, le dijeron que provenía del famoso cantante puertorriqueño.
«Me dijeron que le comprara la comida y que también le diera dinero en efectivo, el cantante de Puerto Rico, Bad Bunny», mencionó la persona que lo grabó.
Pero Zúniga no se molestó porque el cantante le había enviado el regalo, por el contrario, envió un mensaje de paz para Benito.
«Dios tenga misericordia de Bad Bunny, mire que no es contrario el desgraciado, se da cuenta va. Mire, el que le da a un hombre de Dios no es pérdida, es ganancia», mencionó el apóstol.
Además, se mencionó que por ese acto iba la entrada para que Bad Bunny se «convirtiera» al evangelio. Pero todo cambió cuando aparecieron las dudas del contenido de la bolsa de provisión que se le había enviado.
Misteriosa provisión
«Que no vayan a venir tonteras porque lo voy a tirar a la calle», expresó con duda el apóstol Santiago en el vídeo que le grabaron.
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Seguidamente, le pidieron ayuda a otra persona para que le pudiera hacer efectiva la entrega de la provisión a Zúniga, pero «nadie sabía» lo que venía dentro de la bolsa.
«Hay que revisarla, que tal que vengan tonteras, condones o a saber cuantos demonios. La gente está endemoniada ahora hombre, la gente solo es viagra, condones y un montón de tonteras», dijo el hombre.
Pero al traer la bolsa, Zúniga vio que en efecto se trataba de alimento, por lo cual se dispuso a sacar las provisiones que «Bad Bunny le envió». «Aquí viene azúcar, café, frijoles, manteca, maseca», expresó con alegría el apóstol.
Sorpresa en provisión
Al sacar varios productos comestibles, el «apóstol» de repente cambió su semblante y solo dijo con enojo: «No, que el Señor reprenda al diablo». Seguidamente, sus compañeros de estación radial comenzaron a reír y decirle que sacara el último insumo que faltaba.
«No, no, no, yo no saco eso, que se vayan al diablo«, dijo seriamente Santiago Zúniga. Sus compañeros enfocaron lo que había en la bolsa y era un paquete que contenía cervezas para hacerle la broma al apóstol y que sostuviera la bebida alcohólica.
Pero sus compañeros solo dijeron que las habían echado «equivocadamente», en la pulpería, cosa que molestó aún más al apóstol.
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