TEGUCIGALPA. Durante este mes, miles de hondureños empezaron a ser beneficiados con el subsidio a la energía eléctrica, el cual ya aparece reflejado en los recibos.
Este subsidio formó parte de la campaña electoral de la presidenta Xiomara Castro, quien prometió que buscaría ayudar a las personas pobres del país.
Sobre ese aspecto, muchos hondureños se han preguntado en las redes sociales cómo funciona el subsidio del sistema eléctrico.
Explicación de la factura energética
En la factura energética, aparte de los cobros normales, aparecen cuatro categorías más.
Uno de los incisos dice «Energía gratis, promesa cumplida«, que es un subsidio que se le aplica a todos esos ciudadanos que consumen menos de 150 kilovatios (kWh).
El otro espacio está bajo el nombre de «Energía gratis, febrero 2022«, y este es el subsidio que no se efectúo en el mes de febrero.
«Aporte para energía gratis«, el cual establece que se le aplica un aporte calculado del mes actual para clientes seleccionados por la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).
En el último espacio se puede leer «Aporte para energía gratis febrero 2022«, el cual es el aporte del subsidio correspondiente al mes pasado.
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Polémico proyecto
Por una parte, la medida ha provocado que aproximadamente 1.3 millones de hondureños no tengan que pagar la factura del mes de febrero.
Sin embargo, este subsidio que está estipulado para beneficiar a personas de escasos de recursos ha desatado la molestia de hondureños del sector residencial, quienes se quejaron en redes sociales por el incrementado en su recibo de la luz.
Por otro lado, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) se pronunció respecto al alivio de la energía eléctrica.
En el análisis del COHEP se establece que el subsidio aprobado para la energía eléctrica tendría al menos dos consecuencias. Ambas afectarían directamente las finanzas públicas de la ENEE.
La primera sería el incremento de hurto de energía por parte de aquellas personas que consumen más de 150 Kw/h y que se quieren beneficiar del subsidio. Estos hurtos de energía incrementarían el porcentaje de pérdidas no técnicas. Además, elevarían el costo mensual del subsidio previamente calculado por el Gobierno.
Mientras que, la segunda consecuencia sería lo contrario a la anterior, es decir, que aquellas personas que consumen menos de 150 Kw/h se motivarían a consumir más, sin temor a que se vea reflejado en la factura.
Análisis
De acuerdo con el análisis, el subsidio viola los principios regulatorios de transparencia y equidad.
Además, «perjudica grandemente la competitividad de los países al imponer altos
costos a la industria y el comercio, que los dejan en desventaja con el resto de los
países».
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