CORTÉS, HONDURAS. La vulnerabilidad de algunos sectores al ser impactados directamente por ríos se dio principalmente en los municipios de Potrerillos y Pimienta. Los vecinos se vieron igual de afectados con los fenómenos Eta e Iota, y ahora el panorama luce destruido y en algunas partes el agua no ha descendido.
Ambos ciclones azotaron directamente a los dos lugares. Las inundaciones llegaron al punto máximo de alcanzar muchas viviendas de ambos municipios. Algunas quedaron «bajo el agua» y lo único visible eran sus techos.
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Pimienta
Haciendo un recuento de un antes y un después, claramente se observa un cambio. En el municipio de Pimienta, Diario Tiempo Digital siguió de cerca su situación, desde el inicio de las inundaciones.
La depresión tropical Eta dejó muchas viviendas cubiertas de agua. Luego de que tras días de lluvia los caudales del río Blanco y Ulúa se unieran, la catástrofe llegó hasta Pimienta. Este lugar no quedó excepto de la devastación.
Eta hizo que la fuerte corriente del río Ulúa arrastrara y se llevara en su camino al famoso puente «Rieles». Tras la crecida del caudal muchos espectadores llegaron a observar los niveles del afluente, de un momento a otro presenciaron que de manera rápida el puente iba cediendo.
Cuando se creía que el agua comenzaría a descender, fueron sorprendidos nuevamente con la tormenta tropical Iota. El agua otra vez empezó a incrementar, lo que provocó que la carretera CA-5, justamente a la altura del municipio, quedara como un río.
A días de que la fuerte corriente del Ulúa se llevara el puente «Rieles», amenazaba con llevarse otro. En esa ocasión el conocido «Puente Viejo». Sin embargo, pese al torrente, el tramo logró mantenerse en pie.
No obstante, no tuvo la misma suerte la «carretera vieja», porque el desbordamiento del río hizo que el pavimento se desprendiera y dejó agujeros gigantes.
Las inundaciones reportadas en días pasados han descendido especialmente en las zonas que se encuentran a inmediaciones de la carretera. Pero ahora los daños son evidentes, y la labor de comenzar las reparaciones deben iniciar.
Por otro lado, se reportó que en la comunidad de Santiago, Pimienta, después de que las lluvias siguieran en el Valle de Sula, la zona conocida como «La Bomba», estaba incomunicada. Debido a la crecida del río Ulúa el tramo carretero para llegar a la comunidad cedió.
Potrerillos
La misma situación se dio en el municipio vecino de Pimienta. Desde antes de su llegada al país, las lluvias generadas por la depresión tropical Eta provocaron una crecida rápida de las inundaciones.
TIEMPO Digital se mantuvo al tanto, siguiendo lo que pasaba en Potrerillos. El agua no bajó mucho y otra vez llegó la temida tormenta tropical Iota, sin compasión la lluvias que trajo este ciclón hicieron que nuevamente el agua que había descendido regresara.
En ese sentido, pobladores tuvieron que ser evacuados de manera inmediata, al regresar, lo que observaron fueron sus viviendas destruidas, algunas aún con el agua hasta el techo.
Para ahora, los recorridos ponen en evidencia que finalmente las inundaciones van descendiendo. Las casas ya comienzan a ser visibles. Pese a ello en otras zonas continúan siendo afectados.
Al encontrarse el remanente del río Blanco, el agua sigue llegando hasta el barrio Cabañas, Francisco Morazán y Suyapa, que son parte del municipio de Potrerillos. Un promedio de 1500 viviendas de estas localidades sufrieron los azotes de Eta e Iota.
Los pobladores de los municipios vecinos aún con las circunstancias adversas tienen la esperanza de levantar sus sueños, sacudir el lodo, y llevar adelante sus vidas.
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