El denominado Triángulo Norte de Centroamérica  lo forman Honduras, El Salvador y Guatemala.

Según Amnistía Internacional, la zona es considerada una de las regiones más violentas del mundo fuera de una zona de conflicto.

En 2015, 17.522 personas fueron víctimas de homicidio en estos tres países, asegura esa organización no gubernamental.

Sólo en El Salvador murieron más personas que en cualquier país sin guerra, indica Amnistía en su portal de Facebook.

Guatemala y Honduras, que se sitúan entre los cinco países más violentos de América Latina, lo siguen de cerca, señala.

Esta creciente violencia, agrega,  obliga a las personas a huir de sus hogares.

¿Qué les ocurre luego a estas personas refugiadas? se pregunta Amnistía Internacional.

La mayoría son deportadas , donde se enfrentan a los peligros de los que escaparon, se responde esa organización.

Amnistía calcula  que, «entre 2010 y 2015, el número de personas hondureñas, guatemaltecas y salvadoreñas deportadas desde México se incrementó en un 179 %».

Es improbable que esta cifra se reduzca próximamente, estiman.

El Salvador, Honduras y Guatemala no están ofreciendo apoyo ni protección a las miles de personas deportadas de vuelta cada año, dice AI.

En la práctica, agrega AI, «están condenando a su propia ciudadanía a una vida de sufrimiento o muerte en su hogar».

Deben garantizar que las personas deportadas gozan de protección frente al peligro cuando regresan a sus países de origen, demandaron.

Amnistía Internacional y su petición

A continuación las demandas que Amnistía Internacional pide a los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras, en su portal:

• Protejan a su población frente a la violencia;
• Asuman la responsabilidad central para la protección de las personas deportadas y utilicen los medios necesarios ante la demanda provocada por el incremento del número de personas deportadas;
• Identifiquen a las personas deportadas que se encuentran en situación de riesgo para brindarles una protección especial en función de sus necesidades particulares;
• Garanticen que todos los programas para personas migrantes deportadas tienen en cuenta los derechos.
• También problemas específicos relativos a la protección de grupos tales como las mujeres, los pueblos indígenas, las personas LGBTI y los menores de edad no acompañados;
• Evalúen los casos individuales de readmisión en procedimientos de asilo.

Amnistía Internacional, además, pide a los centroamericanos demandar de sus gobiernos protección ante la violencia.

Exígele a El Salvador, Guatemala y Honduras que protejan a su gente de la violencia. Firma la petición http://amn.st/61878Blj3, consignan en su muro.

Igualmente, Amnistía Internacional presenta un video con el título «Si me quedo aquí siempre me van a matar».