TEGUCIGALPA, HONDURAS. Una disputa entre bandas criminales habría ocasionado la muerte de tres personas quienes aparecieron sin vida y encostaladas en un solar baldío en un sector de la colonia Villa Vieja, salida al oriente del país.
Los tres cadáveres estaban envueltos en unos sacos; los cuerpos estaban desmembrados y tenían indicios de tortura, según el informe preliminar.
La Policía Nacional indicó que las personas fallecidas podrían tener entre 17 y 20 años edad, pero no se ha confirmado. Asimismo, le atribuyen el crimen al grupo delictivo de la Pandilla 18.
Horas después del hallazgo, la Policía Nacional informó que habían capturado al conductor y al ayudante de un bus «rapidito», quienes presuntamente fueron a tirar a los encostalados en ese sector.
La detención se llevó a cabo mediante persecución con un fuerte contingente policial, que se desplazó hasta la colonia La Cañada de la capital. Los sujetos se encontraban en el interior de un taller mecánico ubicado en ese sector.
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Nota dejada cerca de los encostalados
Según la PN, los dos hombres detenidos habrían confesado que la Pandilla 18 les pagó una fuerte cantidad de dinero para que ellos se encargaran de tirar los restos de las víctimas.
De manera preliminar, las autoridades tienen la hipótesis que el hecho violento es producto de un enfrentamiento entre la Pandilla 18 y Mara Salvatrucha (MS-13).
Medios locales han expresado que en la escena del crimen se encontró una carta y una foto que estaba encima de los tres cuerpos.
En la carta, los presuntos criminales hacen una amenaza, asegurando que se están cometiendo muchos errores y por eso ahora conocerán «La Bestia» de la 18.
”Ya saben mierd** secas con todo vamos, ya mucho la están cagand*. Ahorita les va a salir la bestia hijos de pu**. La 18«, reza el letrero.
Sobre la foto, se desconoce si se se trata de una fotografía de las víctimas o es otra amenaza por parte de la banda criminal.
Cuerpos desmembrados
Una vez los cuerpos llegaron a la morgue, se detalló que estaban desmembrados, presentaban señales de tortura y que hasta los habían quemado.
De momento, las víctimas no han sido identificadas y permanecen como desconocidos a la espera de que los reclame algún familiar.
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