REDACCIÓN. Según la Sociedad Española de Medicina Familiar (Semergen), las nuevas tecnologías están comenzando a originar nuevas enfermedades relacionadas con su uso excesivo como la «whatsappitis» o la «selfifobia».
Los especialistas arguyen que estas son «enfermedades nuevas», pero que ya forman parte de los tecnicismos de los médicos en los centros de asistencia médica.
«Son las dolencias 2.0 o tecnopatologías» y cada vez son más los menores de edad que las sufren. Además, aseguran que este tipo de enfermedades seguirán en aumento.
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Varios médicos han recopilado todas las nuevas enfermedades causadas por el auge de la digitalización en un libro, para que los especialistas se familiaricen con las patologías y sea más sencillo conocerlas y detectarlas.
Según ha detallado el doctor, Francesc Xavier Díaz, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y coordinador del Grupo de Trabajo Niño y Adolescente de la Semergen, tienen la intención de mejorar el conocimiento y «darles instrumentos para abordarlas».
– «Tecnopatologías» –
En el libro se explican algunas de estas enfermedades relacionadas con el uso excesivo de la tecnología, entre ellas están:
- Nomofobia: miedo irracional a no disponer del móvil
- Whatsappitis: lesiones en el pulgar ocasionadas principalmente por chatear por WhatsApp.
- Vamping: el uso de dispositivos electrónicos durante la noche y las consecuencias para la salud.
- Selfitis: deseo obsesivo de querer hacerse fotos siempre para publicarlas en redes sociales.
- Selfifobia: miedo a hacerse un selfie por no salir bien o por perder su intimidad.
- Phubbing: prestar más atención al móvil que a las personas del entorno.
- Editiovultafobia: miedo al conectarse a las redes por tener que enfrentarse a compañeros del colegio o porque se comparan con la vida del resto.
- Vibranxiety: la sensación de que el móvil está vibrando.
- Cibercondría: el uso excesivo de tecnología para buscar información sobre enfermedades.
- Síndrome de Hikikomori: muy típico de Japón, lo sufren aquellos que se aíslan en el mundo virtual, en sus habitaciones, olvidándose de hacer verdadera vida social.
