ESPAÑA.- Alejandro el ‘Papu’ Gómez fue presentado este día como nuevo refuerzo del Sevilla para las próximas dos temporadas. El argentino llega a la LaLiga procedente del Atalanta de la Serie A.
Luego de tener varias peleas con el técnico Gianpiero Gasperini, el ‘Papu’ Gómez puso punto y final a su relación con el Atalanta y a sus 32 años buscará nuevos objetivos con el Sevilla.
Durante su presentación el ex Atalanta explicó lo que significa pasar a un nuevo equipo. «Fue todo un poco sorpresivo. Para mí es una nueva aventura venir aquí, a un grandísimo club como el Sevilla. Es cambiar de vida completamente en otro país, pero estoy muy contento y entusiasmado».
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— Sevilla Fútbol Club (@SevillaFC) January 28, 2021
El traspaso del ‘Papu’ no fue por temas monetarios
La transacción del ‘Papu’ al Sevilla fue aproximadamente por 7.5 millones de euros, pese a eso, explicó que con 32 años el factor económico no influyó finiquitar su llegada.
«Sinceramente nunca me interesó la parte económica. He tenido propuestas para dejar Atalanta por equipos árabes, pero siempre intenté buscar la parte futbolística que me hacía feliz. Para lo demás hay tiempo y creo que estoy en un muy buen momento, en una etapa de madurez en mi carrera y en mi vida, y quería seguir jugando a un nivel competitivo, estando en la Selección nacional y poder competir en una liga importante como la española y un club importante como este. Cuando se dio la oportunidad de venir, no lo pensé».
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El ex Atalanta aseguró que debe mejorar físicamente. «Seguramente me falta ritmo de partido, lo que te dan los 90 minutos, pero me estuve entrenando con el segundo equipo del Atalanta y solo tengo que agarrar ese ritmo».
Para finalizar el ‘Papu’ explicó que si los jugadores se dedican a cuidar su físico pueden llegar a jugar hasta edades avanzadas.
«Hoy la carrera del futbolista se alargó muchísimo. Si te cuidás y no tuviste graves lesiones, cualquier jugador que se lo proponga, se cuide y descanse puede jugar hasta los 38 o 39. Luego está la ambición de querer seguir jugando cada tres días en competiciones importantes. Eso obliga a un ritmo de vida determinado, conocer tu cuerpo y descansar. La cabeza hace todo y hoy en día hay muchos jugadores de mi edad y mayores que todavía hacen la diferencia».