Tegucigalpa.- Quién que transite por las calles de Tegucigalpa no ha visto en los semáforos a los malabaristas de la vía publica que intentan ganarse la vida, aun a riesgo de su propia seguridad ya que sus herramientas de trabajo son objetos peligrosos que maniobran con dudosa destreza.
Ellos lo único que buscan es llevar el sustento diario a sus familias, en un país donde el desempleo es uno de los principales problemas sociales; sin embargo, las autoridades municipales están en el deber de regular prácticas que atenten en contra de la seguridad de los ciudadanos.
En tal sentido, el Departamento Municipal de Justicia de la Alcaldía del Distrito Central, está realizando acciones de control sobre los malabaristas de las calles de Tegucigalpa.
El trabajo de los inspectores consiste en llevarles el mensaje de concienciación para que cambien las herramientas peligrosas por otros artículos, seguido de una amonestación verbal, a la vez que les advierten que en caso de reincidencia, procederán al decomiso de las mismas.
Estos ciudadanos día a día se ubican debajo de los semáforos de los bulevares de Tegucigalpa, esperando que el mismo se ponga en rojo y cada segundo para maniobrar machetes, cuchillos y combustible -en el caso de los tragafuego-, para ganarse un par de lempiras que a voluntad entregan los conductores de vehículos que observan su show.
Las autoridades capitalinas aducen que el uso de objetos corto-punzantes y líquidos inflamables ponen en riesgo no solo la salud de los malabaristas si no de los espectadores que están expuestos a cualquier accidente.
Las autoridades municipales reconocen que estos ciudadanos tienen derecho al trabajo y les permiten realizarlo, pero ahora deberán ingeniárselas y buscar otro tipo de herramientas que no resulten nocivos.
A manera de recomendación se les ha instruido utilizar esferas, balones, globos u otros utensilios.
Algunos se sienten intimidados:
Dichas acciones de la dependencia de la comuna se deben a que ha recibido constantes denuncias sobre los malabaristas de la vía publica de personas que consideran un peligro lo que hacen estos malabaristas, pues en algunos casos se sienten intimidados por la situación tensa y de crispación que se vive por la inseguridad.
En primera instancia, el personal del Juzgado de Policía ha efectuado acercamientos con los malabaristas de la vía publica para concienciarlos sobre el riesgo que corren ya que con los instrumentos filosos se pueden ocasionar heridas y la gasolina podría generar alguna explosión al ejecutar sus malabares muy cerca de los vehículos.
Leyes contra el uso de estos objetos:
Las intervenciones del Departamento Municipal de Justicia se fundamentan en el artículo 128 de la Ley de Policía y Convivencia Social, que establece las medidas correctivas que deben aplicarse, así como el artículo 142, que ordena la aplicación de sanciones a quienes practiquen juegos prohibidos por la ley, o permitidos, sin el permiso correspondiente.
De igual manera, el artículo 147 de la misma Ley, que contempla el decomiso de armas que se porten ilegalmente, tales como punzocortantes, cachiporras, chacos, cadenas, hebillas peligrosas, manoplas, velocímetros, ganzúas y similares.
Lo mismo que armas blancas grandes como machetes que se porten sin funda o recubierta en las poblaciones, y todo tipo de armas de fuego, además de todo elemento o artículos empleados en juegos prohibidos.