Redacción. El aire de San Pedro Sula alcanzó hoy miércoles, durante la mañana, el nivel «muy perjudicial», según el sitio web IQ Air, lo que podría causar enfermedades en la población.
No obstante, durante la tarde de este miércoles, según el portal informativo, el Índice de Calidad del Aire (ICA) ronda la cifra 196 (perjudicial). Este número es actualmente 24.1 veces superior al valor guía anual de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ante esta condición atmosférica, IQ Air recomienda a la población sampedrana evitar hacer ejercicio al aire libre. Del mismo modo, sugiere portar mascarilla si tiene que salir de su casa.
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Así mismo, indican que las personas que queden en sus viviendas deben cerrar sus ventanas. De igual manera, solicitan utilizar un purificador de aire, si es posible.
Para expertos, preocupa que en horas de la mañana de este miércoles la contaminación del aire registró un nivel «muy perjudicial». El ICA alcanzó la alarmante cifra de 259.
El portal indica que el mayor contaminante es PM2.5, que son partículas sólidas o líquidas, que se encuentran en suspensión aerodinámica y cuyo diámetro es de menos de 2.5 micras. La materia particulada incluye sustancias químicas orgánicas, polvo, hollín y metales. Proceden fundamentalmente de la actividad humana.
San Pedro Sula supera el nivel de contaminación de Tegucigalpa. La capital del territorio nacional registra un ICA de 176. Sin embargo, continúa siendo perjudicial para la salud de las personas, especialmente para los grupos vulnerables.
Recomendaciones
Este problema en San Pedro Sula y otras zonas de Honduras causó que la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) emitiera un comunicado con recomendaciones para enfrentar la problemática causada por la densa capa de humo en el ambiente.
La máxima casa de estudios exhorta a trabajar en temas de prevención a las instancias correspondientes, a generar proyectos de energía limpia, pero también de educación y concientización dirigidos a la sociedad hondureña para erradicar malas prácticas como el uso de aerosoles, las emisiones industriales, quemas por temas de agricultura y ganadería, así como las quemas del bosque producidas por pirómanos.
Estas políticas permitirán reducir el impacto nocivo de estos contaminantes en la salud pública y mejorar la calidad del aire que respira la ciudadanía.
