REDACCIÓN. Si le buscamos un lado positivo a la pandemia, la propagación de COVID-19 está generando cada vez más avances tecnológicos. La población mundial está adaptándose a un nuevo modo de vivir, mientras se encuentra una cura.
Cuando viajamos, no es tan inusual ver que en los aeropuertos emplean perros -muy bien entrenados- que son capaces de detectar drogas, armas, explosivos y demás.
No obstante, Airbus, la compañia de Francia que fabrica y vende aviones comerciales, está desarrollando un artefacto que podría cooperar en la labor de los amigos caninos. Incluso, podría reemplazar a los «peludos», en caso de que no puedan estar presentes.
Airbus mantiene en proceso de creación una nariz artificial que será capaz de oler las sustancias previamente mencionadas. Pero, además de eso, olerá algo que no te esperarías, y va de la mano con lo que comentábamos al principio.
¡Virus! Sí, aquellos microorganismos contagiosos que generan mucho daño, tal como el que produce la COVID-19, serán detectados por ese artefacto singular.
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Más sobre la «nariz electrónica» de Airbus
Según se dio a conocer, Airbus está llevando a cabo el proyecto de manera conjunta con Koniku. Koniku es una empresa que se dedica a la innovación a través de máquinas «pensantes» que involucran mucha neurociencia.
Uno de sus lemas es «The future is different«, o sea, el futuro es diferente. Y vaya que ellos así lo están haciendo. La nariz electrónica que está próxima a salir a la luz será colocada en las paredes de aviones y aeropuertos.
Las células vivas que traerá consigo, además de la Inteligencia Artificial (IA) incorporada, permitirá que huele lo que sea en el aire y su alrededor. Desde bombas y pistolas hasta virus. Desde Diario TIEMPO Digital creemos que esta podría ser una muy útil herramienta contra el terrorismo. ¿Tú qué crees?
