REDACCIÓN.- Las autoridades de Irán dieron a conocer sobre la segunda persona ahorcada públicamente, un joven de apenas 23 años, a quien vincularon en las recientes protestas contra el gobierno de esa nación.
Se trata de Majidreza Rahnavard, quien hace 23 días fue arrestado por las autoridades de ese país, este lunes lo ahorcaron, según informaron las autoridades judiciales.
Un tribunal lo condenó por «odio contra Dios», después de encontrarlo culpable de apuñalar a muerte a dos miembros de la paramilitar Fuerza de Resistencia Basij.
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De acuerdo con los medios de la localidad, la familia del ahora fallecido desconocía que lo ejecutarían públicamente; lo supieron hasta después del ahorcamiento.
En ese sentido, medios de ese país aseguran que la familia recibió una llamada telefónica de un funcionario a las 07:00 horas locales. En la comunicación les dijeron: «Hemos dado muerte a su hijo y hemos enterrado su cuerpo en el cementerio Behesht-e Reza».
Organizaciones de Derechos Humanos han advertido que los manifestantes están siendo sentenciados a muerte en tribunales ilegítimos sin debido proceso.
Mediante redes sociales se difundieron las imágenes de cuando el joven de 23 años estaba colgando del cable de una grúa en una plaza, frente a ciudadanos de Mashhad.
Lo acusaban de apuñalar a dos uniformados
De acuerdo con las informaciones, al joven lo acusaban de haber apuñalado a dos fuerzas de seguridad de ese país, durante las protestas.
Mahmood Amiry-Moghaddam, director de Derechos Humanos de Irán, dijo que la sentencia de Rahnavard estuvo basada en «confesiones forzadas». «Después de un proceso extremamente injusto y un juicio de espectáculo», señaló.
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«Este crimen debe enfrentarlo con las más serias consecuencias para la República Islámica. Existe un riesgo serio de ejecuciones en masa de manifestantes«, expresó.
Actualmente, las manifestaciones se han extendido a 161 ciudades en todas las 31 provincias del país. Según se conoce, las protestas explotaron por la muerte de una joven de 22 años, supuestamente ejecutada por la policía moral debido a que no tenía puesto su velo.
