TEGUCIGALPA, HONDURAS. Después de la masacre suscitada esta madrugada en el municipio de Lepaterique, zona central de Honduras, un familiar de las víctimas denunció que un miembro de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), se acercó a los cadáveres y sustrajo las pertenencias de uno de los fallecidos.
Sin embargo, minutos después, en medios de comunicación televisivos se dio otra versión. Comunicadores aseguraron, sin haber revelado qué fuente les informó, que no fue un agente de la ATIC, sino del Departamento Policial de Investigaciones (DPI).
El denunciante, además, quien se encontraba en las afueras de la morgue de Tegucigalpa, dijo que tiene un vídeo que hace constar su señalamiento.
«Tengo dos vídeos donde el muchacho de la ATIC le robó un teléfono celular a uno de los occisos, ¡Se lo robó!», aseguró el hombre.
En ese sentido, el deponente denunció que el miembro de la ATIC contaminó la escena del crimen. «No es posible que la Policía, en vez de cuidar y proteger el lugar, la vaya a ensuciar. No es posible, señores. Tomen nota», dijo acongojado y nervioso el declarante.
Por otro lado, el allegado de los asesinados en la masacre agregó que no difundirá, de momento, los vídeos en los medios de comunicación por temor a represalias. «Por motivos de mi seguridad, no lo enviaré. Pero sí tengo el vídeo completo», sostuvo el individuo.
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El agente de la ATIC sospechoso
Asimismo, aseguró que el presunto agente de la ATIC tiene cómplices que podrían estarlo encubriendo luego de sustraer las pertenencias del cadáver.
«Voy a decir un apellido: el clase «Bustillo». Él sabe el nombre del agente que no quiere dar, pero yo sé el nombre y el apellido. Entonces, quiero saber cuál es el procedimiento que harán» explicó el testigo.
Al final de su declaración, señaló no solo él fue testigo de la acción del supuesto miembro de la ATIC.
Hasta el momento las autoridades de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) no han reaccionado ante la denuncia del hurto de uno de sus miembros.
Sépalo:
Este hecho violento se registra solo tres días después de que se reportara la cuadragésima cuarta masacre en Honduras, sucedida en el barrio Santa Lucía de Urraco Pueblo, El Progreso, Yoro.
