TEGUCIGALPA, HONDURAS. Tristeza, desesperación y preocupación es lo que sienten los hondureños afectados por la falla geológica en la colonia Guillén, de Comayagüela, Francisco Morazán.
“No hemos podido dormir, esto es horrible. Hemos vivido aquí toda la vida”, dijo un poblador con auténtica preocupación reflejada en su rostro.
En el lugar han desalojado alrededor de 300 personas que, por los momentos, permanecen en albergues. Sin embargo aún faltan unas cuantas decenas de familias que siguen en sus casas y deben desalojarlas por el peligro que los derrumbes representan.
Hasta el momento no hay pérdidas humanas ni lesionados por derrumbes, pero sí existen centenas de personas que han tenido que ver cómo su hogar se volvió polvo. Estos ciudadanos han expresado, con evidente dolor, no tener idea a dónde ir después de perder su hogar.
Son diferentes historias, pero todas concluyen en una solicitud y es que el Gobierno los dote de una vivienda digna donde permanecer en paz.
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«¿Para dónde ir?»
Una de las afectadas contó que se encuentra angustiada sobre todo porque vive con su hija de 14 años y sus dos padres mayores de la tercera edad.
«La casa está destruida y no sabemos a dónde nos van a llevar, dicen que solo hay un albergue que ya está lleno y solo dan tres días y luego tenemos que ver a dónde ir», lamentó la ciudadana.
«Mi mama anda en 69 años mi papa tiene 78, yo tengo una niña soy madre soltera. No sabemos dónde vamos a ir, tal vez la presidenta o el acalde nos pueda ayudar. Mi hija tiene 14 y entre las dos nos ayudamos», agregó.
El mismo cuestionamiento tuvo otra pobladora, quien relató que vivía con alrededor de 10 miembros de la familia y ahora están sin refugio.
«Todavía no sabemos para dónde nos vamos, nosotros somos una familia grande como 10 personas, tengo un hermano chiquito de 11 años», expuso.
«Es un momento duro»
En el lugar se puede apreciar cómo varias casas están a poco de caerse y a sus alrededores se encuentran los pobladores lamentando lo ocurrido.
«Mi madre perdió la vivienda, son 20 años de sudor y lagrimas, todo esta aquí», manifestó un hondureño.
El ciudadano aseguró que solo reciben promesas por parte de las autoridades, pero al final no reciben ningún tipo de ayuda. Además reprochó que solo los dejen en albergues y terminan olvidándose de ellos.
«Nos dicen que nos darán tres mil lempiras pero aquí no es dinero aquí es que lo reubique a una casa pero no nos vayan a tirar como un animal», aseveró.
«Es un momento duro, mi mama tiene 68 años, ella es una persona hipertensa está bien enferma y la tuvimos que sacar (de la casa)», agregó.
De igual manera, otro poblador pidió enérgicamente al Gobierno que les brinde una mano amiga para sentirse respaldados y mirar soluciones.
«Aquí no ha venido ninguna institución del gobierno a darnos ayuda. Lo que nosotros necesitamos es una mano para uno mirar para dónde agarrar, porque uno sale de acá y no se sabe dónde agarrar solo nos saben meter en albergues», expuso.
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Zonas de riesgo
Las autoridades compartieron un mapa con las colonias que necesitan una evacuación urgente y obligatoria por el riesgo de deslizamiento y destrucción.
En este sentido, el geólogo hondureño, Carlos Sabillón, aseguró que en el Distrito Central están activas varias fallas geológicas, provocando incertidumbre en pobladores.
De igual manera, el experto manifestó que los habitantes de las colonias Guillén, Canaán, El Reparto, Bosques y Buenos Aires están en riesgo por el origen tectónico.
Asimismo, Aldana confirmó mayores movimientos de suelo que han provocado daños estructurales en decenas de viviendas.
Familias albergadas
El gerente del Comité Municipal de Emergencia (CODEM), Nelson Méndez, identificó como zona de alto riesgo la colonia Guillén y la Nueva Santa Rosa.
«Se ha reactivado un deslizamiento en el que se ven involucradas más de 100 viviendas«, detalló el funcionario.
El proceso de evacuación inició el pasado domingo, sin embargo, aún quedan pendientes 50 familias, que permanecen en lugar. Por lo tanto, Mendéz indicó que las personas desplazadas han sido ubicadas en albergues.
«Dirigimos una comisión para evacuar a las familias que se resisten a evacuar. Entonces enviaremos a alguien del área legal, alguien que va a socializar de alguna manera para que estas personas puedan evacuar», dijo en referencia a quienes se niegan a abandonar sus viviendas.
En ese sentido, el gerente de CODEM detalló que la permanencia de estos hondureños en sus hogares pone en alto grado de peligrosidad su vida y las de sus familiares.
«El riesgo es que si ocurre un deslizamiento en esa zona, varias familias quedarían soterradas y podrían haber muchas muertes si no evacuan», comentó.
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