TEGUCIGALPA, HONDURAS. Pérdida de empleos y más gasto al bolsillo de los capitalinos es lo que traerá consigo el traslado de los vuelos internacionales al Aeropuerto de Palmerola, según el empresario hondureño, Eduardo Facussé.
Y es que, de acuerdo a César Cáceres, representante de la Superintendencia de Alianza Público Privada (SAPP), con el nuevo operador -el Aeropuerto de Toncontín– dejará de recibir vuelos internacionales.
Con ello, se prevé que para el último trimestre de 2021, el Toncontín solo reciba vuelos domésticos. Al respecto, Facussé dijo a TIEMPO Digital que ha sido un error del gobierno tomar tal decisión; sobre todo, porque se pasó por alto el proceso de licitación.
«El problema es que para el último trimestre del otro año, ya no van a operar los vuelos internacionales ahí en Toncontín; ya que todos se van a ir a Palmerola. Y eso pues, nos va a tocar una serie de inconvenientes a todos los capitalinos, porque vamos a tener que ir más allá de 100 kilómetros para tomar un vuelo que realmente no sabemos si va a causar o no una serie de gastos adicionales», precisó el empresario.
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¿Cuáles serán las repercusiones económicas?
A criterio de Facussé, la ausencia de los vuelos extranjeros traerá serios problemas y repercusiones para toda la población; puesto que, la terminal aérea capitalina contribuye al sustento de muchos hogares.
«La realidad es que se están afectando un montón de puestos de trabajo que desde un principio hicieron los reclamos correspondientes: cargadores, taxistas, limpiabotas, lustra zapatos», enfatizó.
Además de «tanta gente que dependía de su sustento e inclusive almacenes y, todos los que se habían ubicado ahí; y no digamos los restaurantes que estaban ahí disponibles».
En definitiva, aseguró que en ningún aspecto el Aeropuerto de Palmerola traerá beneficios a los pasajeros. Puesto que, otra de las problemáticas es el traslado desde Tegucigalpa hacia Comayagua; sobre todo, por el pago adicional de los peajes y el peligro constante de la carretera.
«Tanto por los peajes que va a haber que pagar, trasladados, etcétera. Aparte de los accidentes de tránsito que se pueden desarrollar». Ya que «la CA-5 no es una autopista de alta velocidad, sino que adolece de muchos problemas», especificó.
Concluyendo que, «así vamos a tener que vivir con ese problema los capitalinos, porque no tuvimos las agallas de defender lo nuestro en su oportunidad».
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