Redacción. Un adolescente, de 16 años de edad, le quitó la vida a toda su familia después de que le decomisaran su teléfono celular. El hecho ocurrió exactamente en Sao Paulo, Brasil.
De acuerdo con los reportes, el menor mató a su padre (57), madre (50) y hermana (16); al parecer, les infirió varios disparos y estuvo junto a los cuerpos por 48 horas. A las víctimas las identificaron como Isac Tavares, Solange Aparecida y Leticia, respectivamente.
Autoridades locales comentaron que el propio joven llamó a la Policía Militar de Sao Paulo la noche del pasado domingo 19 de mayo. Allí les comunicó que le había quitado la vida a sus familiares con el arma que era de su padre, un guardia civil.
Hechos
La reconstrucción de los hechos señala que, el pasado jueves 16 de mayo, los padres del joven (adoptivo) lo llamaron «vagabundo» y le quitaron el celular como castigo. El mismo adolescente le dio todos los detalles de lo sucedido a la policía.
Debido a que no podía usar su móvil, se llenó de de ira y planificó la muerte de sus padres y hermana.
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El arma era del papá
El joven sabía el lugar donde su padre escondía el arma. Ese mismo día la probó y al ver que estaba buena, le disparó a su papá por la espalda en la cocina de su casa. Su hermana escuchó el estruendo y se movilizó a la cocina, y le disparó en la cara. Los cadáveres quedaron tendidos y ensangrentados en el suelo.
Tras cometer el crimen, siguió como si nada y fue al gimnasio a comprar y, al regresar a la casa, esperó a su madre. Ella llegó y el detenido le disparó hasta quitarle la vida. También le clavó un cuchillo en el cuerpo al día siguiente.
El caso lo registraron como infracción de homicidio, feminicidio, tenencia y portación ilegal de arma de fuego de uso restringido y difamación de cadáver. Tras el relato, los policías capturaron al menor y lo llevaron a un centro de reclusión para menores de edad en Sao Paulo.