San Pedro Sula, Honduras. El Poder Judicial (PJ) informó este día que el próximo viernes, 9 de septiembre, continuará el juicio oral y público contra Héctor Mauricio Turcios Menjívar, acusado de tres delitos contra su pareja y dos hijastros.
De acuerdo con el boletín compartido por la institución, uno de los ilícitos es de índole sexual en perjuicio de una hijastra de 10 años de edad.
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Los fiscales de la Unidad de Trata, Explotación Sexual, Comercial y Tráfico de Personas le imputan los delitos de trata agravada de personas en su modalidad de trabajo forzado contra dos hijastros.
Además, lo acusan de maltrato familiar contra su cónyuge y ambos niños. También por otras agresiones sexuales agravadas en perjuicio de una niña.
El Poder Judicial indicó que, según el Código Penal, por el delito de agresiones sexuales se impone una pena que va de los 5 hasta los 8 años de reclusión. Mientras tanto, por maltrato familiar, de 6 meses a 1 año con multa de 100 a 200 días.
Además, el Código Penal sostiene que por el delito de trata de personas se debe de castigar con prisión de 5 a 8 años.
Los obligaba a pedir
El 3 de agosto del 2021 en la vivienda del encausado y sus supuestas víctimas en el barrio La Puerta en San Pedro Sula, se realizó un allanamiento de morada.
Eso sucedió tras una denuncia anónima que remarcaba que en ese inmueble Turcios Menjívar mantenía privada de su libertad a su pareja y golpeaba a los niños.
La acusación añade que el hombre, además, enviaba a los pequeños a mendigar y luego les quitaba el dinero que recolectaban.
Sumado a eso, las autoridades averiguaron que el procesado obligaba a los niños a disfrazarse para poder obtener más efectivo.
Él también pedía
A Héctor Mauricio Turcios Menjívar lo habían enviado al centro penal de Siria, en El Porvenir, Francisco Morazán. También se conoció que él se vestía de «King Kong» y los pequeños de tortugas ninja, y que exigía a sus hijastros entre 500 y 1,000 lempiras cada día.
El hombre salía los sábados y domingos a las calles del norte de Honduras. Cargaba en brazos a la niña, mientras los demás menores andaban por su cuenta.
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