HONDURAS. Una señora de 89 años de edad ha llamado la atención de muchos pobladores, pues a su avanzada edad es capaz de ofrecer tortillas en el Zonal Belén, de Comayagüela, Francisco Morazán.
Con su canasta repleta de tortillas de maíz, Teresa se instala todas las tardes frente a la colonia Tres de Mayo, ofreciendo su producto a una lempira cada una.
Acompañada por otra señora que también vende tortillas, doña Teresa se enfrenta a la tarea de ofrecer las suyas, a pesar de que sus fuerzas ya no son las mismas de antes. La señora, sentada en una silla, ofrece con amabilidad el producto y suele compartir palabras con sus clientes.
A la aguerrida hondureña siempre se le ve con buena actitud, esperanzada de vender todas las tortillas y retornar a su vivienda.
Su fuerza y determinación ha llamado la atención de muchos pobladores, quienes acostumbran a adquirir sus tortillas y otros se preguntan por qué continúa trabajando a su avanzada edad.
Lea también: Niño de 8 años se gana la vida vendiendo llaveros en Tegucigalpa
Influencer ayuda a un anciano que vende helados
Don Eliseo, un abuelito de 71 años que vende helados para subsistir, ha visto su vida transformada gracias a la generosidad de Rudi Mejía, un periodista e influencer hondureño que le extendió la mano.
Cuando Rudi se encontró con don Eliseo y escuchó su historia de esfuerzo y lucha diaria, decidió actuar. El tiktoker le compró al señor todo el helado restante y lo regaló a los niños locales, aliviando el ajetreado día que tuvo don Eliseo.
Además, le entregó 2,500 lempiras en efectivo para ayudarlo económicamente. Y es que el señor le contó que le trabaja a otra persona, a la que le tiene que entregar 400 lempiras de tarifa, quedándose él únicamente con 150 lempiras de ganancias diarios.
Pero la ayuda de Rudi no se detuvo ahí. Al ver las condiciones, Rudi entendió que dándole un nuevo carrito y una hielera iba a ayudar a que el señor trabajara por sí solo. «Lo único que queremos es que nadie se aproveche de él, ya que tiene 71 años», explicó Mejía.
Rudi compró el material necesario y le construyó el carrito al señor, quien al verlo, demostró contento. «Está muy bueno el carrito, gracias», expresó.
