TEGUCIGALPA, HONDURAS. Un desarme general en todo el país pidió este viernes Fredis Cerrato, presidente del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), con el propósito de reducir los episodios violentos.
El jurista tomó como punto de partida el asesinato del penalista Melvin Edgardo Bonilla, que se registró ayer en la colonia Alameda, de Tegucigalpa. Aseveró que no es tarea de su gremio establecer las políticas para salvaguardar vidas.
«No es al CAH que le corresponde desarrollar las políticas de seguridad; es lamentable decirlo, pero no hay protección», expresó. Asimismo, se mostró enfático en que los profesionales de la abogacía están expuestos.
«Otro tema preocupante es la impunidad, por eso los criminales hacen fiesta en Honduras. Nos tienen trabajando con las manos atadas y sometidos por la violencia. Desde el Estado no pueden protegernos», expuso.
Dijo que, al estar desprotegidos los propios operadores de justicia, el sistema demuestra que la criminalidad es más notoria que la mismísima autoridad y por eso la impunidad prevalece en Honduras.
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Una problemática sin distinción
Cerrato hizo un llamado sobre el tema al Congreso Nacional (CN). Él pidió a los diputados que establezcan un mecanismo de desarme general en Honduras, «porque no es posible que quienes portan armas nos quiten la vida de esa forma tan cruel».
Calificó el desarme general como una urgencia, ya que apuntó que no solo los abogados están siendo asesinados, sino la población en general.
Asimismo, cuestionó la posibilidad de que las armas y la fuerza se estén anteponiendo al intelecto y el profesionalismo, que buscan acuerdos por medio del diálogo en una sociedad civilizada.
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