TEGUCIGALPA, HONDURAS. Habían pasado ya 12 días, el temor se apoderaba de los hondureños y Iota ya se fortalecía con rapidez. El 13 de noviembre también marcó una fecha importante en la historia del Valle de Sula, el motor económico de Honduras.
A un año de los embates de las potentes tormentas tropicales Eta e Iota, Honduras no termina de recuperarse. Hasta este momento cientos de personas siguen en la calle y a la intemperie porque lo perdieron todo.
Para esta fecha en 2020, ya se anunciaba un segundo fenómeno natural que afectaría a Honduras, se trata del huracán Iota. Tras la primera experiencia con Eta, la comunidad comenzó a evacuar y a tomar algunas medidas para no correr riesgos.
Algunas personas no habían terminado ni de limpiar sus casas y otras de llegar a ver la magnitud del daño, cuando el otro fenómeno ya estaba tocando las puertas del país.
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¿Qué paso el 13 de noviembre de 2020 en Honduras?
El huracán Iota estaba por tocar tierra, la alerta ya estaba emitida en Honduras y había que tomar precauciones. Comenzaron nuevos rescates, los cuerpos de socorro no dejaron de laborar en ningún momento.
Por estar a niveles mucho más elevados de su capacidad, ya se hablaba el 13 de noviembre de descargas controladas a la represa hidroeléctrica «El Cajón».
En tal sentido, expertos en la materia comenzaron a dar sus puntos de vista y a recomendar que se hicieran descargas, pequeñas y controladas. De igual forma invitaban a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) a revisar las cantidades de agua.
Sin embargo, para esos días la situación en el Valle de Sula ya era dramática por el paso de Eta, la población aún no había salido del asombro y les asustaba la idea de realizar descargas.
Las alertas en el Valle de Sula estaban al máximo, «El Cajón» estaba por rebasar su capacidad. En tal sentido, autoridades de la ENEE se reunieron y luego de analizar varios puntos se autorizaron las descargas.
Los niveles de la represa en ese momento eran de 287.50 metros sobre el nivel del mar, cuando su capacidad es de 285.85 msnm. Iota todavía no tocaba tierra en Honduras.
La depresión tropical Iota se dirigía a Honduras
Iota se había convertido en la depresión tropical 31 y amenazaba de manera directa a Honduras. Las alertas estaban encendidas a nivel nacional, el fenómeno podría tocar tierra en cualquier momento.
El ciclón comenzó como una onda tropical en el Caribe, luego fue avanzando y se convirtió en huracán, a medida pasaban las horas se volvió a debilitar y pasó a ser depresión tropical.
Según las proyecciones de aquel momento, la depresión iba ingresar por los departamentos de Colón y Olancho.
Ese mismo día, el Centro Nacional de Huracanes (NHC por sus siglas en inglés) confirmó que la depresión número 31 se intensificó y se había vuelto una tormenta tropical, y la ruta era hacia Honduras.
Iota dejaría inundaciones «estremecedoras»
Tras el paso de Eta, Honduras y en general Centroamérica estaban muy vulnerables. Los expertos indicaban que la trayectoria iba a ser la misma y dejaría daños cuantiosos, principalmente en el Valle de Sula.
Las autoridades hondureñas aseguraban que Iota no traería fuertes lluvias ni graves inundaciones. Sin embargo, el reconocido meteorólogo Greg Diamond, predecía que iba a ser un destrate humanitario para Centroamérica.
Con un conocimiento más profesional sobre el tema, Diamond advirtió a los centroamericanos sobre Iota: «Me estremezco al pensar en la inundación que de producirá«.
Lluvias intensas y acumulados fuera de lo normal
Las lluvias eran constantes en Honduras y ya el Centro Nacional de Estudios Atmosféricos Oceánicos y Sísmicos (CENAOS), predecía que Iota podía tocar tierra entre domingo o lunes.
También, las predicciones eran que las bandas nubosas dejarían lluvias en Gracias a Dios, pero los mayores acumulados seguían siendo para el Valle de Sula, previamente afectado por Eta.
Iota, según las primeras estimaciones, estaría dejando acumulados de 100 a 350 milímetros, principalmente en la zona norte de Honduras.
Comenzaron las evacuaciones
Debido a que las lluvias era intensas, pese a que Iota no tocaba tierra aún, las evacuaciones comenzaron en el Valle de Sula. Por tal razón, las personas buscaron centros de acopio y albergues para ponerse a salvo.
El NCH ya había alertado lluvias torrenciales, marejadas y vientos huracanados, las autoridades tomaron cartas en el asunto y comenzaron a realizar labores tempranas.
Además, los cocodrilos ya merodeaban algunas zonas, debido a que por las inundaciones habían salido de su hábitat. En tal sentido, las autoridades alertaron a la población y llamaron a tener cuidado y responsabilidad con estos animales.
Alumnos afectados por Eta serían promovidos
Las autoridades de la Secretaría de Educación anunciaban que todos los niños que habían resultado afectados por los embates de Eta, serían promovidos de grado sin excepción alguna.
Muchos fueron los estudiantes que se quedaron sin los medios para poder seguir con sus actividades académicas y por eso se tomó la determinación. Sin embargo, aquellos estudiantes que no resultaron afectados debían terminar su ciclo educativo.
Ya se comenzaban a pedir préstamos económicos
El mandatario hondureño, Juan Orlando Hernández, comenzaba a solicitar ayuda económica a organismos internacionales por la destrucción de Honduras era grave.
Asimismo, la pandemia del COVID-19 estaba aflorando en el país, por lo que los problemas se unían y una crisis estaba a punto de explotar.
En tal sentido, Hernández pidió al Banco Mundial que Honduras pudiese acceder a más beneficios económicos, tal y como sucedió en el huracán Mitch en 1998.
Las inundaciones causaban más destrucción
La vulnerabilidad en el Valle de Sula era evidente, Eta había causado una destrucción incuantificable, al grado de que el Canal Maya ya estaba prácticamente destruido.
El municipio de La Lima, en el departamento de Cortés sin duda fue uno de los más afectados por el paso de Eta e Iota ya se estaba convirtiendo en una amenaza latente.
Tal fue el grado de la devastación, que el Canal Maya se perdió y este era uno de los proyectos que más cuidaba la comunidad.
La temporada ciclónica 2020 rompió récord
El año 2020 pasará para la historia de Honduras y la humanidad entera, debido a que la temporada ciclónica rompió récord y se convirtió en la más activa de toda la historia.
La temporada inició el 1 de junio del 2020 y todavía en noviembre seguía activa, cuando en años anteriores para estas fechas había culminado.
Asimismo, se confirmó que superó a la del año 2005, que se suponía la más larga e intensa de la historia, al grado de tener que usar el alfabeto griego para nombrar a los ciclones.
«El Tablón» destruido
Vecinos de la comunidad de El Tablón, en el norte del país se vieron seriamente afectados por el paso de la tormenta Eta y predecían lo mismo con Iota.
Por tal razón, recordaron que en el año 2015 se le aprobó un presupuesto millonario a Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H), para llevar a cabo un proyecto para mitigar inundaciones en el norte del país.
Sin embargo, pese al decreto, no se vio ni una tan sola obra y hasta estos días, en la zona no hay ningún proyecto para contener inundaciones.
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