TEGUCIGALPA, HONDURAS- Ciento veintiún aspirantes a sacerdotes que realizan sus estudios de Licenciatura en Teología y Filosofía en el Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa, fueron certificados en la lucha contra la corrupción.
El certificado se les entregó luego de una jornada intensiva de capacitación. Además, fue otorgado por el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), así lo informó el sacerdote Juan Antonio Hernández.
En la ceremonia de entrega de certificado se hizo presente el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, quien agradeció la jornada de formación.
El Cardenal señaló que los casos no solo se analizaron en la teoría sino también en la práctica. Esto ocurrió así para que los seminaristas puedan aplicar lo aprendido en la vida pastoral, declaró.
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Asimismo, agregó que esta certificación es un paso adelante en la lucha contra la corrupción en el país.
Del mismo modo, hizo un llamado a las autoridades del CNA para implantar estas jornadas de formación en las escuelas y colegios del país.
Los seminaristas son aspirantes a sacerdotes, quienes se entregan a la vida consagrada como parte de un llamado de Dios a servir desde su condición humana.
A los futuros sacerdotes se les dotó de herramientas tecnológicas para poder desarrollar de una mejor manera la lucha contra la corrupción.
Sacerdotes solicitan ser recibidos en Honduras
En septiembre, el obispo de la diócesis de Danlí, en El Paraíso, José Antonio Canales, informó que algunos sacerdotes perseguidos en Nicaragua han solicitado ser recibidos en Honduras.
“Ya tenemos solicitudes de sacerdotes que siendo nicaragüenses no pueden entrar a Nicaragua”, aseguró.
De igual manera, Canales calificó la situación que viven los sacerdotes de este país como “extraña”. Nicaragua estaría rechazando el ingreso de sus propios ciudadanos, según denuncias.
“Ya es una situación demencial”, expresó el sacerdote hondureño, quien precisó que se trata de líderes que por alguna razón han salido del país. Sin embargo, ya no se les permite el ingreso.
Situación
Anteriormente, el sacerdote nicaragüense, Uriel Vallejos, informó que abandonó Nicaragua un mes después de que agentes policiales ingresaran a la fuerza a la parroquia que dirigía, y donde estuvo recluido, con el fin de apropiarse de los equipos de una radio cerrada por las autoridades.
«¡Adiós, Nicaragua mía! Me duele respirar en el país fachada», escribió Vallejos, párroco de la iglesia Divina Misericordia, en el municipio nicaragüense de Sébaco (norte), en un mensaje desde Estados Unidos, a donde llegó tras salir por «puntos ciegos» de Nicaragua.